El país de la champaña

Columnista invitado EE
24 de febrero de 2020 - 02:25 p. m.

Por: Camilo A. Enciso* @camiloencisov

Desde el inicio de la administración Duque, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, ha recibido en su despacho 69 regalos de particulares, de empresarios y de funcionarios públicos. Entre ellos se cuentan una Constitución Política, que con buen tino le regaló Gloria Stella Ortiz, magistrada de la Corte Constitucional, maletines, anchetas de quesos, botellas de whisky y hasta botellas de champaña –tres en total, incluyendo dos Veuve Clicquot y una Dom Perignon--.

Según respuesta al derecho de petición del Instituto Anticorrupción, las botellas Veuve Clicquot fueron entregadas por el contador general de la Nación, Pedro Luis Bohórquez, y por Silvia Reyes, quien hasta este mes fuera presidenta de Seguros La Previsora, entidad regulada por el Ministerio de Hacienda y por la Superintendencia Financiera. La botella más barata de Veuve Clicquot tiene un valor de 279.900 pesos. La de Dom Perignon fue entregada por Eduardo Pacheco, Presidente de Colpatria. La botella más económica de Dom Perignon en Colombia cuesta 968.700 pesos. Las botellas más caras pueden exceder los cien millones de pesos.

Otros remitentes le regalaron otros licores. Emeterio Montes de Castro, representante a la Cámara por Bolívar, del Partido Conservador y sobrino de William Montes, condenado por parapolítica, le regaló una botella de whisky Buchanan´s. La botella más barata de Buchanan´s tiene un costo de 110.000 pesos. La más costosa supera los 500.000. Wadith Manzur, Representante por Córdoba, también godo, le regaló un “estuche de whisky y copas”. Manzur pertenece a la Comisión Tercera, que se ocupa de los temas de Hacienda y Crédito Público. El ministro también recibió del presidente de Pedro Domeq dos botellas de vino y una de brandy.

La Embajada de Estados Unidos le regaló whisky y galletas, la de Japón un almanaque, y la de Emiratos Árabes una caja de dulces. El subdirector de Gestión Operativa de la Policía Nacional le regaló una “ancheta con café, te e infusiones colombianas”. El “coronel Villamil” (no es claro si pertenece al Ejército o la Policía) le regaló una “ancheta con whisky, vinos y quesos”. Me pregunto ¿cuánto le cuestan al país las anchetas –-compradas con los recursos originados en los impuestos que pagamos los colombianos-– que profusamente distribuyen generales y coroneles a los funcionarios del gobierno? Haría bien el Ministerio de Defensa en prohibir esa mala práctica.

En la lista de regalos hay muchas cosas más. Brahma, por ejemplo, envió un “maletín grande”. El precio de los maletines y morrales Brahma oscila entre los 159.000 y los 215.000 pesos. Stanton, conglomerado de la industria del calzado, presidido por Ronald Baracaltz, envió una “obra de arte para enmarcar”. ¿Cuál es su precio? ¿Un millón? ¿Díez? ¿Cien? La pregunta no es irrelevante. El sector del calzado lleva años pidiendo el aumento de aranceles, salvaguardas y medidas antidumping que protejan a la industria nacional; medidas que evalúa y aprueba el Comité de Asuntos Aduaneros, Arancelarios y de Comercio Exterior del Gobierno, en el cual el Ministerio de Hacienda tiene voz y voto.

No podían faltar los regalos de los compañeros de gobierno, siempre afanosos de ganarse la simpatía del Ministro de Hacienda de turno. La ministra de Cultura le regaló una “ancheta con bebidas ancestrales del Pacífico”. Susana Correa, directora del Departamento para la Prosperidad Social, le regaló una “ancheta con licores variados”. El ministro de Ambiente le regaló “jabones e inciensos naturales”. El ministro de Comercio le regaló el libro “Revela Colombia”. La ministra de Transporte le regaló una “caja de tortas y pimientas”. La vicepresidenta le dio una “caja de galletas”. También hay regalos curiosos. La W Radio le regaló Cds de José José y Camilo Sesto. Fedearroz le regaló “medio bulto de arroz”. Y Tatis Comunicaciones un “estuche en cuero para cubiertos”. Por último, hay quienes le regalaron al ministro libros, libretas y bolsas de café.

Los datos que presentamos en esta columna son una primera entrega de un estudio mucho más amplio, que revisa los regalos, viajes, viáticos y citas recibidos y realizados por las cabezas de 37 entidades del gobierno nacional. Algunos dirán que este esfuerzo es inútil. Desde el Instituto Anticorrupción creemos lo contrario. Con nuestro proyecto CABILVEO: Gestión Transparente haremos lo que el Congreso no ha querido: visibilizar el cabildeo que los congresistas, gremios, firmas de abogados, lobistas profesionales, banqueros y demás empresarios ejercen sobre el alto gobierno.

Conocer los regalos que reciben los funcionarios públicos, al igual que saber quién se reúne con ellos, cuándo, por qué y para qué, nos brinda información valiosa sobre cómo funciona el poder y la democracia en Colombia. Nos da indicios para saber: ¿Quién corteja a quién? ¿Quién tiene acceso a los tomadores de decisiones? ¿Quién busca cooptar, persuadir o ganar el favor del Estado y sus funcionarios? ¿A qué grupos de interés les da importancia el gobierno?

En próximas columnas estaremos revelando algunos hallazgos de la mayor importancia. Por ejemplo: ¿Qué congresistas piden más citas con los ministros? ¿Cuáles visitan de forma asidua a las entidades ejecutoras de recursos públicos? ¿Cuáles son los partidos qué interactúan de forma recurrente con el gobierno? Y por supuesto, presentaremos la lista de los políticos, gobernadores, alcaldes, empresarios y particulares que buscan el favor del alto gobierno a punta de regalos, en ocasiones suntuosos, incluyendo botellas de brandy, de vino, de whisky y de champaña. ¡Salud!

camiloenciso@internationalanticorruptioninstitute.com

 

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