En 1994, un performer chileno conocido como el Che de los Gais entró en el Congreso del Partido Socialista y desplegó una bandera de Chile con un gran hoyo en el centro. Esa rotura simbolizaba las comunidades LGBTI, que hasta entonces habían vivido en un vacío legal y social que bien quedaba reflejado con aquel hueco. Da la casualidad que 25 años después, un patriotero paisa, aspirante a político, ha revertido el mensaje con una performance similar. Carriel al hombro y poncho al cuello, y ante la oportuna cámara de un compinche que difundió la hazaña, cortó el cordel que sostenía una bandera gay que ondeaba desde un mástil en el Pueblito Paisa, en Medellín, y una vez en el suelo procedió a rasgarla con su navaja. Un gesto con el que buscaba lo mismo que quería negarles a los gais: visibilidad.
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El “performer” antigay que se desdibujará ante la indiferencia humana
04 de julio de 2019 - 07:29 p. m.
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