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El presente es un virus y el futuro promete poco

Javier Ortiz Cassiani
15 de octubre de 2020 - 03:00 a. m.

El presente es un virus. El futuro, más allá de aprender a vivir con este, promete poco.

Desde hace rato, la idea de futuro representado en la capacidad de la humanidad de asumir un tiempo hacia adelante y sus rupturas como fundamento de la modernidad está en crisis. Aquella pintura, con una figura humana en el centro de un sendero y los rayos resplandecientes de un sol en el horizonte como una alegoría a la Ilustración, ya no es dibujada ni con crayolas por los escolares de un salón de clases. En realidad aquello más que una representación era la reafirmación de la conciencia: la nomenclatura de los hechos históricos suele fundirse a posteriori, pero con la Ilustración había pleno conocimiento de lo que estaba sucediendo, y hasta de la manera de nombrar lo que se vivía. Los hornos para fundir las letras con las que se la nombraba ardían al compás de los tiempos. Se creía vivir en tiempos iluminados, y la humanidad, por lo menos Occidente, se sabía en una época especial que marchaba hacia un futuro mejor.

Mientras que el Renacimiento necesitó de por lo menos tres siglos para que la humanidad lo concibiera como un concepto que definía una época, y la Reforma de más o menos un siglo para que fuera asumida como una noción que definía un período histórico, la Ilustración —como lo dijo el gran intelectual alemán Reinhart Koselleck— “intentó concebir inmediatamente su propia época a partir de la acción misma y esto simultáneamente como un concepto que no solo abarcase la propia época sino la venidera”. De aquello poco queda. Y nada genera más charlatanería que las pocas certezas sobre el futuro. Pero no se trata de la ponderación de las visiones proféticas y su amplio margen de ambigüedad, a las que suele acudirse en tiempos de crisis, ni de la feria de los discursos apocalípticos. Se trata de entender el “régimen del tiempo actual” en el que —como lo propone la investigadora de origen alemán Aleida Assmann, en un artículo titulado “Transformations of the Modern Time Regime”, publicado en el año 2013— el futuro se ha “desmoronado”. Ha sido “erosionado por los dramáticos desafíos del presente” y se ha convertido en un objeto de “preocupación”, más que de “exaltación”. El futuro ya no es “Eldorado de esperanzas y deseos”.

Cuando Assman escribió esto, nadie pensaba en una pandemia, tampoco habían elegido a Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. No son datos menores. Estamos ante un presente azaroso, desgastante y corrosivo, que sin embargo —allí está la paradoja— acude cada vez más al uso del pasado. Un mundo obligado por un virus que todavía no desciframos a ocultar la frustración detrás de un bozal con una sonrisa dibujada; viviendo un presente que nos lleva a la folclorización de las tecnología y los recursos mediáticos, convertidos, además, en basamentos políticos. El resultado, por supuesto, es una caricatura de la política: Donald Trump se libera del tapabocas —nunca se ha callado nada y ese es su mayor problema—, vocifera, baila sin gracia y su promesa política —más allá del desgastado seguir haciendo a América grande— consiste en decir que su nación con él no será Venezuela. Si esta es la promesa, no sólo de él, sino de muchos políticos, definitivamente hay crisis de futuro. Y sí, el presente es un virus, y el futuro promete poco.

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Adrianus(87145)15 de octubre de 2020 - 08:21 p. m.
Pues sí señor, el futuro es poco promisorio para bienestar de la humanidad. Con este presente geopolítico como premisa, no es posible esperar luces a futuro.
luis(89686)15 de octubre de 2020 - 04:52 p. m.
La pandemia nos cogió mal parados, no sabemos cuanto durará, ni tenemos cura ni vacuna. Las ecuaciones del caos lo demuestran, es un efecto mariposa.
UJUD(9371)15 de octubre de 2020 - 04:30 p. m.
Y un expresidiario aqui advirtiendo que si saltamos a la mínima modernidad, en el 22 perderemos la visa USA....
Ana(36253)15 de octubre de 2020 - 02:50 p. m.
Estoy de acuerdo con usted, mucha locura y poca esperanza, esta sacando a flote esta confusion
Jose(46118)15 de octubre de 2020 - 06:07 p. m.
Este señor Javier Ortiz. tiene razón de ser un malqueriente y salir cada semana con improperios y Injurias y Ultrajes contra este Gobierno y contra el Presidente de EE.UU. Donald Trump. Son las mismas palabras repetitivas de su Camarada del Narco terrorista Luciano Marín" Iván Márquez. " En el lanzamiento de la Nueva Marquetalia.
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