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El presidente que odia a sus ciudadanos

Beatriz Vanegas Athías
11 de mayo de 2021 - 03:00 a. m.

Un presidente puede pasar como un tonto y pusilánime (estilo Peña Nieto); como el heredero de una revolución que pudo sacar adelante, pero que malogró acabando con los sueños de un país (estilo Nicolás Maduro); como un ícono que divide la historia de su país en antes y después de él (estilo Fidel Castro); como un personaje carismático cuyas ideas y actos son citables e imitables con un grado menor de cuestionamiento por parte de los ciudadano: Pepe Mujica de Uruguay y Cristina Kirchner de Argentina; o como dictadores al estilo Augusto Pinochet y Jorge Rafael Videla que asesinaron en Chile y Argentina a millones de compatriotas que se opusieron a su régimen de terror y son infamemente célebres porque configuraron la tortura y las desapariciones forzosas como una herida que aún no cicatriza en esos países y en Latinoamérica.

Y está Álvaro Uribe Vélez quien ha ostentado el poder en Colombia desde hace 20 años con cuatro de intervalo. Uribe Vélez que puso a Iván Duque y ha visto con beneplácito cómo el hijo querido y elegido ha concentrado lo mejor del padre: hipocresía, cinismo, desconexión con los colombianos y sangre fría para poner a funcionar el aparato de muerte que es la política de “la autoridad”, que no es otra que la represión desbordada en la eterna dinámica que ha tenido este país de enfrentar a colombianos pobres de civil contra ciudadanos pobres militares y paramilitares, para sostener de manera cretina a las verdaderas fuerzas del poder. A diez días del paro que tumbó a un pedante ministro de Hacienda y su esperpéntica reforma tributaria, las críticas internacionales explícitas a la fuerza pública colombiana se erigen como una suerte de amenaza para el jefe (y verdadero presidente de Colombia) del partido Centro Democrático. Con un solo discurso de cese al fuego, Duque habría podido evitar la más cruenta masacre de jóvenes y policías que paro alguno ha tenido en la más reciente historia de las protestas en Colombia. Pero no lo hizo y sé (tristemente) que no lo hará. Porque está feliz en su cárcel elegida que le pasará factura primero a él que a su mentor Álvaro Uribe.

Iván Duque es el presidente que en la historia de Colombia figurará como el soberbio-pusilánime que puso en marcha el grito de guerra del paramilitarismo ciudadano: “Plomo es lo que hay” y, en consecuencia, será el presidente recordado por el odio manifiesto hacia los ciudadanos.

Al cierre de esta columna estos son los desaparecidos del Paro Nacional que inició el 28 de abril, de acuerdo al medio alternativo Cuestión Pública:

De Barranquilla: Santiago Daza Carbonel, Cristopher Haselbrink, Orlando Trespalacios, Alejandro Vega; de Bogotá: Juanita Blanco Vega, Delys Yuliana Camargo, Cesar Andrés Rodríguez Garavito; de Palmira, Valle: Denis Santiago Alegría Camacho, Maicol Andrés Arango, José Arcos, Lizeth Arévalo, Oscar Eduardo Arroyo, Jhon David Betancourt Canoas, Diego Botero, Luis Fernando Chávez, Santiago Cruz, Gustavo Adolfo Diaz Vélez, Francisco Duran, Miguel Ángel Escobar, Jonatan David Flórez, Nicolás Flórez, Estefanía Garrido, Juan González, Johan Francisco Herrera, Velásquez, Cristian Hurtado Herrera, Estiven Jaramillo, John Freddy Marmolejo, Jonhatan Martínez Alonso, Estiven Marulanda, Brandon Molina, Santiago Muñoz Quiroga, Vanessa Navia, Brayan Ossa, Kevin Perea, Juan David Piedrahita, Rodrigo Ramírez, Estiven Rivas, Esteban Rodríguez, Cristian Romero Triviño…y contando hasta 133. Además de 40 asesinados.

El presidente que odia a los ciudadanos, a todos: a los estudiantes, a los maestros, a las mujeres, a los negros, a los indígenas, a los médicos, a los policías; incluso a los paramilitares descaradamente infiltrados que disparan a mansalva y destruyen también negocios, quienes se han visto imbuidos en esta espiral de guerra que ha sido la política de la seguridad democrática. El presidente que no ha querido hablar y ha preferido disparar. Ya una no sabe si se superó o superó al maestro.

 

Gonzalo(03064)15 de mayo de 2021 - 03:35 a. m.
Más objetiva no puede ser, hay más de 6.042 razones para escribir la columna. Tenemos el presidente más joven de la historia y que no le importan los bombardeos a niños ni los asesinatos de jóvenes.
yenny(01627)12 de mayo de 2021 - 03:08 p. m.
Por que un medio permite estos comentarios fanáticos, mentirosos y tendenciosos?? no debe exigirse un mínimo de verdad?? no debe exigirse objetividad?? acá la única verdad es que el papel resiste todo. Que desastre. a este medio le falta responsabilidad con la ciudadania
  • MHGLOPEZ(85314)12 de mayo de 2021 - 10:43 p. m.
    No igual no. Las de ellas están viciadas porque favorecen el poder luego hay interés.
  • Joan666(83831)12 de mayo de 2021 - 03:59 p. m.
    Es una opinión igual que la de Salud Hernández y Vicky Davila en Semana, como tambien la de Maria Isabel Rueda en El Tiempo.
John(30701)12 de mayo de 2021 - 02:20 a. m.
Tal cual...
Helga66(40077)12 de mayo de 2021 - 01:51 a. m.
Columna que siembra odio. Mala columna. Mala escritura. Sin fundamento
  • @HerbólogaRaquel(46037)12 de mayo de 2021 - 06:57 p. m.
    El que ha sembrado el odio es el sanguinario Uribe. No se confunda.
Giovanni(38945)12 de mayo de 2021 - 01:11 a. m.
Petro será presidente y el centro demoníaco le está abriendo el camino pues tendrá que hacer reformas “sociales” muy grandes en el largo año que le queda. Petro está inteligentemente en un plan poco participativo con las manifestaciones y eso lo está ayudando aún más. Será un gran presidente.
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