Publicidad

El público chino y Trump

Santiago Villa
29 de octubre de 2020 - 03:00 a. m.

Las elecciones de Estados Unidos son el único proceso electoral que el mundo observa mordiéndose las uñas sobre el borde de su asiento. La contienda entre Joe Biden y Donald Trump es particularmente intensa porque, en un grado más evidente que hace cuatro años, la báscula del poder se está desplazando desde Estados Unidos a los poderes emergentes, con China a la ventaja.

Es falaz pensar que la doctrina de Trump supone poner los intereses de Estados Unidos sobre los de cualquier otro país o, mejor, que sus contrarios no lo hacen. Los presidentes estadounidenses, y de casi cualquier país, ponen los intereses de su Estado-nación por encima de los demás. Ese es su trabajo. A lo que traduce la doctrina de “America First” es a abandonar toda alianza internacional en la que Estados Unidos esté poniendo más recursos que los demás o que afecte las industrias cercanas a la Presidencia, como el carbón.

El efecto de esto es la erosión de las alianzas internacionales de Estados Unidos y un mundo en el que los principales países que componían esa alianza —es decir, Canadá, Europa y un puñado de países asiáticos— han quedado por su cuenta.

Esta situación incluso puede no solucionarse con una victoria de Biden, pues la comunidad internacional sabe que el Partido Republicano ha abierto una caja de Pandora, y sus candidatos están cada vez más dispuestos a renegar de los aliados que tuvo Estados Unidos durante la segunda mitad del siglo XX.

China en parte ha tratado de capitalizar esta nueva disgregación, pero por la naturaleza de su sistema también ha desaprovechado la oportunidad de volverse un líder mundial que reemplace a Estados Unidos.

Su secretismo e intransigencia están dirigidos tanto a la audiencia interna, para mantener el control de la información y el poder, como a la comunidad internacional, al ser una demostración de soberanía nacional. Es improbable que alguna de estas dos posiciones internas y externas cambie en el mediano e incluso largo plazo, pues China sigue creciendo y ganando, a pesar de la pérdida de confianza que esto genera: su proceso de incorporar a Hong Kong y aplastar las disidencias en Xinjiang y Tíbet marcha sobre ruedas (tanto, que ya casi ni se habla de Tíbet).

China, en lugar de mostrar su rostro más amable al mundo y jugar a ser la alternativa al liderazgo mundial de Estados Unidos, dobló la apuesta por lograr sus objetivos de política interna a corto o mediano plazo y plantarse como un potencial agresor en sus ambiciones territoriales fronterizas. Se ha comportado un poco como el imperio de siempre; o lo que habría sido la dinastía Qing, si su tecnología hubiese estado a la par que la de Japón y los países occidentales.

A una porción mayoritaria del público chino le gusta ver este rostro fuerte. Es uno de los grandes capitales simbólicos y fuentes de aprobación popular que tiene el régimen del Partido Comunista.

Por eso, la relativa indiferencia del presidente de los Estados Unidos hacia los asuntos internos de China entusiasma a ese público nacionalista. Si bien hay tensiones porque Estados Unidos responsabiliza exclusivamente a China de su grave crisis de salubridad y por temas comerciales que han llevado a una guerra de tarifas, pesa más en la balanza la facilidad con la que el régimen chino está procediendo en sus ambiciones de eliminar la política de “Un país y dos sistemas”, y reducir la autonomía e identidad cultural de sus provincias occidentales.

Las relaciones entre China y Estados Unidos no habían estado en un punto tan bajo desde la masacre de Tiananmén, probablemente, pero para el público chino nacionalista los inconvenientes que esto pueda traer resultan menos onerosos que ver a su principal rival perder la red de apoyo internacional y sumirse en la enfermedad.

Twitter: @santiagovillach

 

John(30701)29 de octubre de 2020 - 09:52 p. m.
Nunca he visto un gobierno colombiano, que priorice el país, siempre doblando la cerviz, primero ante Inglaterra y después EU
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar