‘El Reino de Tabarnia’

Mauricio Botero Caicedo
24 de marzo de 2018 - 09:00 p. m.

“Muchas verdades han sido dichas en broma”: William Shakespeare.

Hace unos meses, los energúmenos independentistas catalanes recibieron una noticia que les cayó como una patada en la espinilla: un grupo importante de políticos, empresarios, humoristas e intelectuales, encabezados por Jaume Vives y Albert Boadella (director de Els Joglars), tomaron la decisión de formar y someter a referendo el “Reino de Tabarnia”. Decenas de miles de personas se manifestaron el domingo 4 de marzo pasado por las calles de Barcelona clamando para defender que Cataluña siga dentro de España. “Esto es una broma muy seria”, fue el comentario más repetido durante el acto por Jaume Vives, como por algunos políticos presentes, como el líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz.

¿Pero qué es exactamente el “Reino de Tabarnia”? Es, como lo señalan los impulsores, “un argumento más para que la plataforma Barcelona is not Catalonia insista en su propuesta de crear una nueva comunidad autónoma, Tabarnia, que agrupe a Barcelona y Tarragona, separándose así de la “amenaza separatista” y de la “Cataluña rural y pobre”, que representarían las provincias de Girona y Lleida. Sus argumentos son idénticos a los que recurren los independentistas para impulsar la independencia de Cataluña”. Las elecciones del 21 de diciembre pasado mostraron un apoyo de casi 20 puntos porcentuales muy superior al independentismo catalán en las provincias de Girona y Lleida que en las de Barcelona y Tarragona.

Miquel Martínez, presidente de la Plataforma por Tabarnia, aseguraba que “no podemos dejar que los independentistas lleven a Cataluña al desastre”, e insistía en que “la broma de Tabarnia corre paralela a la locura de los independentistas: cuanto más lejos quiera llegar el separatismo, así de lejos llegará Tabarnia. La de este domingo fue la primera manifestación de la entelequia Tabarnia como tal, la prueba de fuego. Y la «broma» ha prendido en el imaginario popular: no salió mal, al revés, fue un rotundo éxito”. Los organizadores de la marcha de marzo hablan de una cifra entre 175.000 y 200.000. La manifestación fue la respuesta a la desconcertante coyuntura que vive Cataluña y muchos ciudadanos se lo tomaron en serio… muy en serio. “Estamos aquí las personas libres del nacionalismo del siglo XIX, que tienen una visión integradora y global de cómo es el siglo XXI. Personas que queremos seguir en la Unión Europea, en España y en Cataluña; personas que no odiamos a nadie y que queremos lo mejor para todos”, proclamó Martínez en su primera alocución. Los más preocupados con el movimiento independentista catalán son los empresarios, los generadores de los empleos. El Confidencial Digital, medio español de reconocido prestigio, afirma: “700 empresas alemanas tienen planes para marcharse de Cataluña si en pocos meses no se ha formado un «Gobierno ceñido a la ley»”.

Pretende aplicar la “ley del embudo” es lo que ocurre casi siempre con la izquierda y los “progres”. Es decir, la parte ancha para ellos y el cuello para los demás, porque para los independentistas el separarse de España les parece legítimo, pero que haya alguien que a su vez pretenda separarse de ellos, es un exabrupto ilegítimo. “Cara pierdes tú y sello gano yo”.

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar