El tal distanciamiento social

A la par con soluciones integrales en salud y economía, el país pide a gritos al Gobierno que diga la verdad. El abuso de perífrasis y rodeos como ese del aislamiento inteligente, suspendido gracias a expertos y opinión pública, pueden propiciar indisciplina social, confunden y aumentan la desconfianza frente a los datos que se manejan públicamente.

Más que globos de ensayo y especulaciones, que nutren incertidumbres y miedos, lo que necesitan ciudadanía y gobiernos locales son directrices claras y plazos definidos que permitan planeación.

Esos anuncios no debieron ser hechos, así pretendan darle contentillo al empresariado que presiona al presidente Duque, y son síntomas de que sigue padeciendo de anosmia o falta de olfato para construir una línea de acción coherente.

A eso se suman los oídos sordos, al decir de gobernadores y alcaldes, como los de los 110 municipios boyacenses. Hay un gran trecho entre los discursos con chaqueta membretada y el desamparo por incumplimiento de programas prometidos, en medio de la distancia social de los ministerios.

Con dislates, como ese del riesgo de contagio en filas interminables para recibir ayudas mínimas. Sin mencionar el oscuro panorama por recortes presupuestales para el mediano plazo a municipios considerados como de cuarta o quinta categoría.

Al lado de las cifras de contagios, muertos y recuperados, es menester informar a diario el inventario de camas disponibles, implementos médicos, número de UCI, respiradores y hasta disponibilidad de hornos crematorios como insiste ese sector.

No hay que anticiparse a lo que debe hacerse tras el pico de contagio y mucho menos cantar victoria antes de haber comenzado la batalla.

Que sirvan de ejemplo las indecisiones y contradicciones de otros países que hoy están en medio del horror. Hay que frenar el contagio y el hambre, pensando en los más vulnerables, esos compatriotas que saben de distanciamiento en los fríos informes de tecnócratas, en los que son, apenas, pie de página.

www.mariomorales.info y @marioemorales