El uribismo es la cortina de humo de Hollman Morris

Mar Candela
26 de enero de 2019 - 09:57 p. m.

No pocas personas escuchamos a Hollman, como el típico político mañoso, responder preguntas selectivamente y justificar todas sus equivocadas decisiones de vida, en aquello de los enemigos políticos y su experiencia con el uribismo; según él, el uribismo lo llevó a refugiarse en las drogas.

Todas las personas adictas usan sus adicciones para escaparse de su realidad; esa será su excusa estrella: “la vida que les ha tocado”. Bajo esa ilógica, todas las personas afectadas por el uribismo deberían tener problemas de adicción. Supongo, entonces, que las madres que denuncian los falsos positivos tendrían que estar presas de adicciones según él.

Al margen de las opiniones y criticas profesionales a esta entrevista, fue evidente la necesidad de Hollman de “marcar territorio” y de pretender ningunear la voz de Vicky. Muy osado al pensar que Vicky iba a poner por encima de su dignidad personal las técnicas y los asuntos protocolarios de forma.

No me voy a detener a hablar del supuesto “show mediático” y me detendré en las cosas que a mi juicio son relevantes:

Para Morris eso de la paternidad responsable se resume a un tema de responsabilidad económica; a “pasar dinero”, a un tema de macho proveedor. La madre debe hacerse cargo de todo lo demás. Agregado a esta perla, muestra algunas carpetas que supuestamente prueban que es un hombre que responde económicamente por sus hijos, para luego agregar la declaración de que todo esto es “un ataque uribista”.

Puede ser. De hecho, es natural que entre políticos se ataquen duro de manera bastante rastrera; en este país siempre ha sido así.  No obstante, es necesario que el concejal comprenda que si los políticos cuidan de su hogar como debe ser, no son machistas ni mucho menos son maltratadores, ni violentos ni golpeadores; ningún partido político tiene esa arma política en contra de ellos, ninguno, ni el uribismo.

Esa carta de afirmar que la denuncia de Patricia Casas es un ataque político del uribismo es un juego torpe, un juego en donde Hollman se ridiculiza a sí mismo públicamente. ¿Por qué? Porque lo que hace es elevar esto a un plano político partidista que algunas personas creerán ingenuamente y serán quienes se dedicarán a quitar la atención de lo relevante en todo esto, que es el hecho que Hollman ha sido un hombre abusador y maltratador de su familia.

Agregado a esto, esa afirmación pretende quitarle peso a la denuncia pública de Patricia sin ningún fundamento serio, ya que en supuesto caso que definitivamente el uribismo esté usando esta situación para una persecución, esto no estaría sucediendo si él fuera un hombre con la dignidad humana de la coherencia política y, en consecuencia, su hogar no estaría pasando por un episodio de violencia de género, violencia intrafamiliar y violencia doméstica.

A esta reflexión agrego que otras mujeres ya han hablado de episodios machistas que tuvieron que soportar de parte de él. De hecho, él reconoció haber besado a María Antonia Pardo, columnista de El Tiempo, a la fuerza y ofreció unas disculpas protocolarias. Esas disculpas se caen cuando afirma: “esas cosas las hacemos los hombres”.

Cuando Hollman Morris dice abiertamente “esas son cosas que hacen los hombres”, deja claro que nunca quiso replantear su masculinidad y cuestionar sus privilegios. Este hombre dejó clarísimo que es un macho de izquierda en todo su esplendor.

* Ideóloga, Feminismo Artesanal

 

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