El viejo truco del referendo

YA ESTÁ CLARO QUE EL OBJETIVO del referendo que permitiría una nueva reelección del presidente Uribe no es la reelección como tal. Para eso estaría el acto legislativo que la haría posible.

Entendamos el susodicho referendo como el gas natural que mantiene, a bajo costo político, en ebullición, en estado de exaltación y de procuración el alma colectiva de los colombianos en estos últimos meses.

Su misión ya está cumplida: crear las condiciones sociológicas que aseguren su éxito. Primero, haciéndose parecer como una moda, luego como una tendencia y finalmente presentarse como expresión de la voluntad popular.

La estrategia es vieja y conocida. En los Estados Unidos de 1933, Roosevelt quería “volver a barajar” mediante una reforma económica, el “New Deal”, y así enfrentar la crisis. Para lanzar la propuesta creó una organización de un millón quinientos mil voluntarios instruidos y acreditados como ‘águilas azules’. 250 mil de ellos marcharon el 14 de septiembre de ese año para refrendar esa propuesta y hacerla ver como resultado de la voluntad del pueblo. Y así fue entendido.

Pero aparte de mantener ese “arrocito en bajo”, la iniciativa le permite al actual gobierno deshacerse de las incomodidades de la coyuntura y de las responsabilidades que suscita el momento presente, y deja descansar su discurso en las dos columnas que le han dejado tan buenos réditos en las encuestas y en la favorabilidad: Mantenerse siempre en campaña y utilizar ese tiempo verbal de futuro próximo impreciso, o condicional simple, del que están hechas las promesas y las esperanzas, y que puso de moda Stendhal en la literatura de mediados del siglo diecinueve.

Por eso ahora Uribe no sólo se da el lujo de pedir que se retire el proyecto sino que  propone, como lo hizo hace una semana,  cual si estuviera en la plaza pública, y para el efímero aplauso de la galería,  aumentar la inversión social incluso sacrificando el equilibrio fiscal.

Y en medio de todo, no faltan los políticos despistados que todavía le pregunten sobre su decisión, tratando de ignorar que ya les lleva más de 74 meses de ventaja.

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