El voto por las tierras

Columnista invitado EE
14 de junio de 2018 - 09:56 p. m.

Por: Jhenifer Mojica Florez, directora corporación para la protección y desarrollo de territorios rurales- PRODETER

 

Ad portas de la segunda vuelta presidencial en la que el país debe elegir entre Iván Duque o Gustavo Petro para que gobierne a Colombia durante los próximos años, teniendo en cuenta la enorme responsabilidad que tenemos al ejercer nuestro voto, resulta importante hacer un análisis de las políticas de tierras propuestas por ambos candidatos, y así tener elementos para tomar una decisión.

Tomando las propuestas de gobierno de cada candidato fueron contrastadas con las temáticas que estructurales en materia de desarrollo agrario: tierras, acuerdo agrario de paz, reforma rural integral, reforma agraria, agricultura, campesinado, grupos étnicos (afros e indígenas), función social y ecológica de la propiedad, acceso a tierras y restitución de tierras a las víctimas despojadas por el conflicto.

Propuestas de los candidatos Iván Duque y Gustavo Petro

Consultada la página www.ivanduque.com  sobre las propuestas para el agro y medio ambiente, se encontró que no hay propuestas específicamente sobre tierras, reforma rural, agricultura, implementación del acuerdo agrario de paz, construcción  del posconflicto; tampoco se encuentran menciones directas al campesinado, indígenas, afros, ni a la restitución de tierras; no obstante si se encontró una propuesta general sobre tierras.

Por otra parte, en la página web https://petro.com.co/ se encontraron algunas propuestas concretas sobre el acceso a la tierra, el ordenamiento para gestionar los conflictos sobre la tierra, agricultura, campesinos, mujer rural, indígenas, afros, cultivadores de coca, acuerdo agrario de paz y reforma rural integral. Este es el comparativo de sus propuestas:

Análisis comparativo de las propuestas de Gobierno

La lectura de las propuestas de tierras formuladas por Duque muestra la ausencia de proyección de políticas agrarias, sociales y ambientales, por lo que no se observa una ruta para la superación de las causas de los conflictos territoriales y la construcción de paz. Evidentemente este candidato tiene una lectura estrecha del país rural y su principal idea es el desarrollo de la agroindustria. En su propuesta programática todo gira en torno a la estimulación, incentivo e imposición de un modelo productivo económico a partir de la inversión en proyectos industriales de monocultivo en grandes extensiones, en torno a lo cual, gira la disposición de tierras y la inversión pública; pero no hace referencia alguna a las comunidades rurales, campesinas y étnicas, aparentemente su papel será el de  “aliarse” o “encadenarse” a este modelo. Bajo esta visión del campo, la tierra sólo tiene una función económica, y pierde sus dimensiones ecológicas, ambientales, sociales y culturales. La propuesta de tierras central de Duque es salvaguardar la “seguridad jurídica” de las inversiones, dando continuismo a la agenda de Juan Manuel Santos, entregando un rotundo perdón y olvido a las irregularidades e ilegalidades en la apropiación, concentración y despojo de tierras sobre las que se han fundado una buena parte de las iniciativas agroindustriales. En materia ambiental la postura frente a lo “exigible” en materia ambiental es frágil y relativa, sin que realmente haya un compromiso de protección de los recursos naturales.

Por su parte Petro, hace una propuesta de políticas agrarias y ambientales completa, que ataca las distintas facetas del conflicto territorial y se compromete a profundidad con la construcción del posconflicto. Una propuesta inclusive más garantista frente a los derechos de las comunidades campesinas, indígenas y afro, que lo pactado en el acuerdo agrario de paz. Concibe un modelo de desarrollo rural en el que las comunidades locales sean protagonistas, rescata no sólo el valor de la tierra y de la propiedad, sino del territorio, el ambiente, el bienestar y la agricultura, antepone el interés general al particular, y se centra en el acceso progresivo de los ciudadanos a sus derechos económicos, sociales y culturales. En materia ambiental su programa de gobierno es integral, parte de un necesario ordenamiento territorial hasta incorporar la cogestión ambiental y participación de las comunidades en busca de un desarrollo sostenible, y establece la protección del agua como eje estructural del desarrollo territorial.

En materia de restitución de tierras a las víctimas del conflicto ningún candidato hace una propuesta en concreto. Lo que es evidente, es que para el Centro Democrático la restitución de tierras es una amenaza a la “seguridad jurídica”; desde el momento en que la ley de víctimas y restitución de tierras comenzó a implementarse, la oposición de ese partido ha sido férrea en escenarios políticos, en los territorios y en los procesos judiciales. Colombia no puede olvidar la campaña de desprestigio que durante el 2015 el exprocurador Alejandro Ordoñez junto con el presidente de Fedegan, José Felix Lafaurie, impulsaron contra la ley 1448.

Por todas las anteriores razones, el voto por las tierras, el voto de las comunidades campesinas, indígenas y afro, el de las mujeres rurales, el de los desplazados y despojados y el de todos quienes trabajamos por esas comunidades, es por Petro.

 

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