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Embalados

Hernán Peláez Restrepo
28 de noviembre de 2009 - 05:53 a. m.

Después de conocer de las soberanas palizas propinadas por la Liga Deportiva Universitaria de Quito, en las alturas de su ciudad, a los uruguayos de River Plate y a los brasileños del Fluminense, alguna razón cierta debe haber, en el cacareado reclamo de tantos equipos y jugadores a llevar las de perder ahí.

No es casualidad que marquen 12 goles en 180 minutos, ni que Édison Méndez, dueño de un remate fulminante, se convierta en el verdugo de sus rivales.

Pero también es de justicia reconocer las bondades futbolísticas de este equipo ecuatoriano, cuajado, bien ordenado, con una estupenda columna vertebral y disfrutando de una etapa productiva, que va embalado por esta Copa Suramericana.

Además parece embalado el Expreso Rojo, que localizó seis puntos sobre los seis posibles, quedando en sus cuentas el poder aprovechar las seis unidades que debe disputar en El Campín.

Curiosamente es un equipo no de 90 minutos, sino de la mitad del tiempo. Parece dormido, displicente a ratos, aunque en un abrir y cerrar de ojos voltea la situación. Y así no se crea, depende de Ómar Pérez, quien sabe leer un partido y mete pases entre líneas defensivas, para dejar a su delantero o a quien lo acompañe mano a mano. Es probable, y es mi opinión, que se hace necesario establecer dos delanteros para un mejor aprovechamiento del pasador.

A todas estas, Independiente Santa Fe jugó en un mes, desde el 28 de octubre al 29 de noviembre, nada menos que 10 partidos, cuatro por la Copa Postobón y seis en la Mustang, incluyendo el choque con Nacional esta tarde. En términos de frecuencia, un partido cada tres días. Es probable que ni el cuerpo de los jugadores y menos el bolsillo de los hinchas resista tanto. Para algunos eso se llama tomar ritmo de juego.

Mientras Nacional no define cómo quiere jugar y con quiénes, el Medellín no logra salir del bache que sufrió en las finales de la Mustang II, situación que es normal en todos los equipos profesionales. La continuidad es difícil mantenerla. Mejora, en cambio, Júnior, decepciona el Tolima y el Huila está en la pelea. Pereira y Real Cartagena están ahí, aunque los pereiranos tienen la meta inmediata de resolver la promoción con el perdedor de Tuluá-Bucaramanga. Al cerrarse la primera vuelta, el panorama será mucho más claro, debiendo ignorar, para dejar las amarguras, la irregularidad de los árbitros principales. Siguen las peloteras por las manos dentro del área y la aplicación exagerada de las tarjetas amarillas.

 

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