¿En medio de una Entropía social?

Felipe Jánica
02 de diciembre de 2019 - 05:00 a. m.

A raíz de los acontecimientos sociales que vienen ocurriendo en el país, muchos nos seguimos preguntando ¿Cuándo y en dónde parará este desorden? Y mejor ¿será que existe una solución cercana? Muchos son los argumentos de parte y parte. Cada uno de ellos con alguna validez. Mientras algunos argumentos son muy convincentes otros parecieran ser repetitivos pero ausentes de análisis de causa raíz. Quizá la efervescencia y calor, para no llamarle como el pecado capital: ira, nos han ido conduciendo al camino incorrecto. Lo cierto del caso es que si se canalizara tanta energía junta que tenemos en este momento, seguramente podríamos tener la génesis de una planeación verdaderamente estratégica de Estado.

Voy a empezar por el título de esta columna para ser más explícito. La segunda ley de termodinámica: Entropía, indica – grosso modo – que es la acumulación de energía en un sistema aislado donde ni la materia ni la energía pueden salir, es decir que según la entropía esa energía se almacena de manera desordenada. Mi inferencia sobre este parafraseo de definición es que la acumulación de energía en desorden genera caos y es poco probables que agregue valor. Si tratamos de hacer una analogía con lo que está ocurriendo en el país y dicho sea de paso en Chile con ocasión de las marchas y protestas, en efecto el parafraseo de entropía podría ser un calificativo generalista y aplicable.

Vayamos por partes, creo que los ciudadanos venimos cansados con temas de corrupción, que dicho sea de paso es un tema de antaño, no es nuevo. De hecho, en columnas pasadas le había dedicado varias opiniones a ello. En varias de ellas argumentaba que era uno de los factores más problemáticos que tenía el Estado colombiano y eso disminuía significativamente el índice global de competitividad aunado a una burocracia ineficiente del Estado. Creo que por ahí vienen, más que todo, las protestas. Por otro lado, el Gobierno está tratando de hacer su mejor esfuerzo por salir bien librado de este maremágnum, del que en gran parte no es responsable, digo en la causa raíz. La responsabilidad es del Estado (somos todos) no del gobierno (unos cuantos) y de cómo está diseñando, pues no ha habido una verdadera reforma estructural. Estoy convencido que si el líder de gobierno hoy fuera otro, las mismas protestas se estarían suscitando. En tal sentido, existe una entropía social en nuestra actualidad de la cual pareciera no tener una solución cercana si verdaderamente no se entiende o se buscan las causas raíces de este meollo.

Es por esto que tanta energía en desorden debería ser canalizada en estos momentos. Hay una oportunidad histórica de empezar a cambiar nuestro rumbo como Estado. Así como para calcular la entropía se necesitan de modelos de probabilísticos, en esas mesas de negociaciones hay probabilidades interesantes de que se construya una solución sostenible. Si la probabilidad de escuchar y comprender las partes es alta, estaríamos iniciando con pie derecho. Quitar de por medio ideales personales y más bien buscar puntos de acuerdo, podría llegar a ser la base para una construcción de una reforma, verdaderamente, estructural, que es lo que realmente necesita el Estado. Amanecerá y veremos dijo el ciego.

En twitter @JnicaV

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