En Venezuela, generales; en Colombia, magistrados

Pocas cosas causan más sorpresa —salpicada de sorna— que Venezuela tenga unos 2.000 generales. Estados Unidos, con una población 12 veces mayor y unas Fuerzas Armadas 26 veces más grandes, se las arregla con menos de 1.000 generales. Maduro ha sido bastante hábil en darle contentillo a la jerarquía militar venezolana. Militares o exmilitares ocupan 11 de los 32 Ministerios, encabezan 11 de los 23 gobiernos estatales, dirigen la importación y la distribución de la comida, y tienen participación en el control de las fronteras, las rutas y los puertos, por no hablar del narcotráfico. El régimen chavista, como dice el ABC, se ha encargado de comprar el respaldo de sus militares.

La enorme diferencia entre Venezuela y Colombia es que aquí, en vez de multiplicar a los generales, nos dio por multiplicar las altas cortes y a los magistrados. La Corte Constitucional tiene nueve magistrados y la Corte Suprema de Justicia tiene 23 magistrados distribuidos en tres salas, una civil y agraria, otra laboral y otra penal. El Consejo de Estado tiene 27 magistrados distribuidos en la sala de consulta y servicio civil y la sala de lo contencioso administrativo, juntas son la sala plena. El Consejo Superior de la Judicatura tiene seis magistrados en la sala administrativa y siete magistrados en la sala disciplinaria. El total de magistrados de las altas cortes, incluyendo la recién creada Justicia Especial para la Paz, la JEP, que va a tener 38 magistrados, es de 110. Pero si esto no es suficiente, están los magistrados auxiliares: la sola Corte Suprema de Justicia tiene 132 magistrados auxiliares devengando el no despreciable salario de $25 millones mensuales. Las otras cortes, con un promedio de tres magistrados auxiliares por cada magistrado titular, pueden llegar a tener 262 magistrados auxiliares adicionales. Total: 372 magistrados, sin tener en cuenta los tribunales superiores y los administrativos.

Para que el lector pueda tener un marco de referencia, Estados Unidos tiene una sola alta corte, con nueve magistrados. Dichos magistrados tienen derecho solo a cuatro ayudantes legales, “law clerks”, cada uno.

¿Será que la multiplicidad de generales convierte a Venezuela en uno de los países más seguros; y la proliferación de cortes y de magistrados convierte a Colombia en el país con más justicia en el mundo? Ni lo uno ni lo otro. Venezuela puede ser el país más violento e inseguro del planeta. En Colombia, reino de la impunidad, lejos de tener justicia tenemos es ausencia de justicia. Si algo ha demostrado el aparato judicial colombiano es su total incapacidad para luchar contra la corrupción, proteger al ciudadano de la inseguridad y garantizar que los culpables sean castigados y los inocentes exonerados.

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Apostilla 1. Por razones inexplicables, la extraordinaria serie de Álvaro Vargas Llosa sobre el populismo en América Latina no fue transmitida por NatGeo. La buena noticia es que el documental completo se puede ver por Youtube: https://bit.ly/2IiDxfN

Apostilla 2. El presidente Santos acepta que las disidencias de las Farc son 1.200 hombres. Sin embargo, afirma que solo son el 7 % de la guerrilla. Lo que uno no puede comparar son peras con manzanas. Las disidencias de las Farc son más del 17 % de los combatientes, punto. Incluir milicianos, cuya desmovilización es cuestionable, es un error.