Encuentro afrofemenino

“Mujeres afrocolombianas en la educación superior” fue el foro que organizó Sugey Valois el pasado 4 de octubre en la Universidad Nacional, rodeada de jóvenes estudiantes de AFROUN. Abrieron el evento con un video sobre alumnas del programa de admisiones especiales de esa universidad, quienes hablan de cómo llegaron desde Tumaco hasta el campus, estudian en medio de afujías económicas, racismo cotidiano y la frialdad de clima y personas. No se victimizan, sino detallan los retos de domesticar la metrópolis, hasta hacerla más o menos amable, y mantenerse en sus programas curriculares, antropología, economía, filología, psicología e ingeniería eléctrica.

Siguió el diálogo con profesionales consolidadas: Mara Viveros, economista y antropóloga, fundadora de la Escuela de Estudios de Género y hoy presidenta de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA, por su sigla en inglés), la más grande del mundo, cuya casa matriz está en Pittsburg, Pensilvania; Xiomara Balanta, vicepresidenta de la JEP, ambas troqueladas por las enseñanzas impartidas en el seno familiar. Mara, hija de doña Berthy Vigoya, fundadora de la Unión de Ciudadanas de Colombia y en Cali del Grupo Amplio por la Liberación de la Mujer. Nacida en Girardot, tuvo lo que para el decenio de 1950 era una osadía: casarse con Marino Viveros, el primer médico negro de la Universidad Nacional, entre cuyos colegas en las luchas tempranas por la justicia étnico racial figuraron Manuel Zapata Olivella, Natanael Díaz y Arnoldo Palacios.

Y la doctora Balanta, antena de las lecciones de un abuelo de aquellos tinterillos de los pueblos negros, pioneros en hacer valer los derechos de la gente afro y de crear insumisiones contra el racismo. Entró a la facultad de Derecho, luego de haber educado a todos sus hijos, para recibir su título de abogado a los 65 años.

Como casi todas las expositoras, Licenia Salazar —optómetra de la Universidad de La Salle, con varias maestrías en servicios comunitarios— ha sido una mujer móvil: de Condoto a Buenaventura, a Tuluá y por todo el Valle. Unas veces promoviendo mejores programas de salud, otras buscando que la Mesa Nacional de Mujeres Negras se consolide. Su blog, Centro de Estudios Sociales y Políticos del Pueblo Afrocolombiano (CEPSAFRO) contiene compendios legales relevantes, perfiles biográficos, libros de consulta y 18 caracterizaciones de Nelson Mandela a cargo de intelectuales afrocolombianos, entre cientos de entradas valiosas.

Rosa Solís Venté, joven lideresa en Casanare, dio sus primeros pasos con zumo de caña valluna, creció en el Chocó a punta de chontaduro y borojó, se hizo profesional con mariscos de Buenaventura en la sede del Pacífico de la Universidad del Valle, hasta llegar a la mamona asada de Monterrey. Promueve que los afrocasanareños hagan visible su etnicidad, se organicen alrededor de la Ley 70 de 1993 y pugnen por la implantación de la Cátedra de Estudios Afrocolombianos, la gran estrategia pedagógica contra el racismo. Otras participantes en el foro del cuatro protagonizarán estas páginas.

* Miembro fundador, Grupo de Estudios Afrocolombianos, Universidad Nacional.