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A mano alzada

“Enough is enough”

Fernando Barbosa
13 de octubre de 2020 - 03:00 a. m.

Enough is enough! fueron las palabras del embajador de China, Zhang Jun, en la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas del pasado 24 de septiembre. Zhang se dirigía a Estados Unidos y a la campaña de desprestigio de ese gobierno en contra de los chinos. El presidente Trump, el secretario de Estado, Pompeo, y en general toda la administración han enfilado sus baterías con tal propósito y sin reparos en el uso de verdades, medias verdades y falsedades. La reacción del diplomático chino es un síntoma de que la copa está por rebosarse y que el juego sucio podría jugarle al mundo una mala pasada.

Una mirada más amplia, de otra parte, nos revela la agobiante andanada de insensateces que nos salpica a todos, allá, aquí y en todas partes. Son los insultos y no las ideas las que alimentan los debates y los que logran capturar votos y adeptos. Así la situación tenga una explicación, por supuesto, no justifica los métodos empleados para remediarla. Los vaivenes del progreso que permiten que unos suban y otros bajen cuando se avivan o desestimulan la competencia y la innovación. Circunstancia bien ejemplificada por el presidente Carter al afirmar que mientras Estados Unidos se empecinó en hacer guerras por el mundo, los chinos se dedicaron a construir país. Y ahora sus actos les están pasando la cuenta.

El riesgo es que las rivalidades han tensado el hilo entre las realidades y los deseos a tal punto que en cualquier momento puede reventarse. Y ello nos lleva a pensar en las Catilinarias. En el año 63, exasperado el cónsul Cicerón con las temeridades del senador Catilina, pronunció uno de sus más famosos discursos: “¿Hasta cuándo has de abusar de nuestra paciencia, Catilina? ¿Cuándo nos veremos libres de tus sediciosos intentos? ¿A qué extremos se arrojará tu desenfrenada audacia? ¿No te arredran ni la nocturna guardia del Palatino, ni la vigilancia en la ciudad, ni la alarma del pueblo, ni el acuerdo de todos los hombres honrados, ni este protegidísimo lugar donde el Senado se reúne, ni las miradas y semblantes de todos los senadores? ¿No comprendes que tus designios están descubiertos?”.

En un reciente reporte de la Cámara de Representantes en Washington, con claridad se reconoce que “sin un realineamiento significativo de recursos (particularmente los relacionados con la inteligencia), el gobierno norteamericano no logrará alcanzar los resultados requeridos para permitirle competir con China”. Esta afirmación ilustra bien las realidades en que se encuentran y los afanes y las presiones políticas que se generan. Ahora, cuando el observador registra que a estas dificultades se contesta mal -con descalificaciones, con mentiras o falsas verdades-, se hace evidente el aumento de la desconfianza que surge de la incapacidad de responder con propiedad a retos tan sensibles.

En tal contexto, el “suficiente” del embajador Zhang insta a una reflexión entre nosotros los colombianos, inmersos como estamos en escenarios de contradicciones muy similares. “Suficiente ya” resulta una condición indispensable para recuperar la confianza en un país, el nuestro, que se deteriora a pasos agigantados.

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Alberto(3788)14 de octubre de 2020 - 12:10 a. m.
Muy buena. De acuerdo.
Win(76151)13 de octubre de 2020 - 03:34 p. m.
Excelente. Gracias.
Atenas(06773)13 de octubre de 2020 - 03:02 p. m.
Ahhh, pa este columnista lo nuestro es mera contradicción; y mucho va de enfrentar posiciones divergentes entre dos naciones a la confrontacion en el seno de una sociedad con delincuentes de la peor laya, con crimenes de lesa humanidad, y el gobierno, democratica/ elegido, debiendo y teniendo q' someterlos al Imperio de la ley. Carece del sentido de las proporciones.
Pedro(18355)13 de octubre de 2020 - 02:57 p. m.
Buen escrito. En el caso de Colombia el nivel de disenso y mala fe cabalga sobre la situación real del país. Es un país mal estructurado. La base de una sociedad es tierra. Pero en Colombia la tierra se usa para especulación, como alcancía y para la producción de coca, y no para que la población pueda vivir en la tierra y vivir de la tierra. ¿Cuándo entenderemos esto?
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