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Envejecimiento

J. William Pearl
06 de abril de 2021 - 03:00 a. m.

La pandemia logró que la mayoría de personas salgamos menos de las casas, el teletrabajo, la no socialización, la disminución del ejercicio ya sea porque muchos gimnasios se encuentran cerrados o abiertos en condiciones especiales, las ciclo vías mermadas o simplemente el miedo al virus, hace que las personas no practiquen tanta actividad física, lo que conllevará a repercusiones en nuestra salud física y mental y por consiguiente envejecimiento prematuro.

Victor Frankel, autor de El hombre en busca del sentido, sostenía que lo realmente importante era la conciencia y la libertad. Padeció tres años en el campo de concentración de Auschwitz y encontró la manera de adaptarse. Es importante saber cómo adecuarse a esta nueva circunstancia de confinamiento y así poder superarla de la mejor manera posible. La falta de sueño o variaciones drásticas en los horarios causan estrés, el cual trae consigo el aumento del cortisol y por consiguiente la destrucción de elastina y las fibras de colágeno. El otro factor, es la falta de vitamina D, que se produce por la falta de tomar sol, generando consecuencias en los adultos como la osteomalacia, osteoporosis, afectación del sistema inmune, la salud cardiovascular, obesidad, diabetes entre otros factores y en los niños, raquitismo especialmente.

El miedo al contagio del COVID-19 está dejando en algunos efectos en la piel, entre los cuales se encuentran el aumento de la flacidez, el aumento de líneas de expresión, la piel fatigada y apagada y una mayor sequedad, entre algunas de las consecuencias que trae este encierro. Esto, sumado al deterioro físico, nos lleva a un envejecimiento prematuro el cual es difícil de controlar a menos que se tomen algunas medidas.

Personalmente he observado en algunas personas este deterioro de la piel y creo que no soy la excepción, es decir yo naturalmente también lo estoy padeciendo todos los días, eso es por fuera, pues el deterioro de la parte física es un hecho que estamos soportando muchos.

Otro factor que genera estrés es la espera del turno para la vacuna contra el COVID-19, ya que las personas consultan frecuentemente el aplicativo Mi Vacuna o con la EPS y no ven su nombre en ellas o las demoras en cada una de las fases que se están desarrollando actualmente.

De otro lado, el hombre puede pelear contra el COVID-19, pero si continuamos igual, la Tierra puede ser aún más agresiva y enfática, por lo que el envejecimiento prematuro será solamente un síntoma, pues así como antes de inventadas las vacunas el ser humano vivía menos, la prolongación de la vida está haciendo que seamos demasiados; vivir más solamente trae consecuencias funestas para la tierra y naturalmente para el hombre.

Se puede decir entonces que este virus aceleró el envejecimiento y me pregunto si será que el planeta nos está gritando que no es necesario vivir tanto, la respuesta naturalmente no la sé, pero es claro que la tierra está hablando y el ser humano debe escuchar atentamente pues de lo contrario nos ganará la batalla.

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Atenas(06773)06 de abril de 2021 - 04:27 p. m.
Reflexiva columna, no exenta de profundidad en el trasfondo de su mensaje, ¿nos cobra la natura el descuido a q' la hemos sometido?, y q' como ud bien lo insinúa, podrá no ser menor con esta superpoblación ávida de espacio. Aun cuando la historia está tuquia de relatos de epidemias, al reputado sabio Emperador Marco Aurelio lo mató una epidemia.
Contumaz Apostata de la Dextrocardia(likt7)06 de abril de 2021 - 03:39 p. m.
Respiración controlada y ejercicio diario...
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