El 18 de noviembre de 2000, en Suratá, Santander, 74 menores de edad del frente 44 de las Farc cayeron en combates con el ejército. Hacían parte de la columna móvil Arturo Ruiz, bajo el mando de Rogelio: de sus 362 guerrilleros, 150 no superaban los 18 años. Seis meses de marcha, desde la zona de distensión con destino al Magdalena Medio, culminaron en la Operación Berlín: un páramo le dio nombre al campo de batalla que se convirtió en la tumba de estos niños, víctimas del abandono del Estado, primero, y del reclutamiento forzado a manos de criminales, después.
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Estado oenegero
26 de febrero de 2021 - 03:00 a. m.