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Estamos Listas

Tatiana Acevedo Guerrero
11 de abril de 2021 - 03:00 a. m.

Las profesoras Katherine Gibson y Julie Graham se convirtieron en una sola escritora en 1992, después de haber trabajado juntas durante más de 15 años. Uno de los propósitos de su obra, firmada por Gibson-Graham, fue hacernos pensar en el capitalismo como algo que no es natural ni todopoderoso. Su invitación, a grandes rasgos, fue la de desconfiar del capitalismo como algo “grande, poderoso, persistente, activo, expansivo, progresivo, dinámico, transformador, (…) colonizador, racional y lícito”.

Recuerdo cuando con esfuerzo traté de leer sus libros al comienzo de la década de 2010 y entre lo nuevo e improbable de la propuesta sentí tanta esperanza. De igual forma escuché los discursos y conferencias alrededor de la Convención Nacional Feminista convocada por el movimiento de mujeres Estamos Listas, de Medellín, que tuvo lugar a orillas del Magdalena en esta semana que se acaba.

“Hoy quiero hablar como madre, como hermana, como tía. Quiero hablarles desde el profundo dolor que embarga la vida... Quiero hablarles desde ese sentir de tristeza y angustia también, de desesperanza por todo lo que está pasando en nuestro país”, anunció Francia Márquez Mina, presidenta del Consejo Nacional de Paz y Convivencia. “¿Para qué se creó este Estado?... ¿Para colocarlo al servicio de la vida? ¿Cuando nos hablan de desarrollo a qué se refieren?”, nos preguntó en su discurso.

Al hablar de desarrollo se refiere, por ejemplo, a la represa de Salvajina y al papel de la caña en la historia del racismo nacional. “Cuando el Estado vino a decir que iban a construir una represa en nuestro municipio, en Suárez, dijeron que era por el interés general”, cuenta Márquez antes de enumerar lo que esto significó para su pueblo: “Secó las madreviejas del río Cauca en donde nuestras mayores iban a pescar… aumentaron los cultivos de caña de azúcar en el valle del río. Un lugar que era la despensa agrícola de esa zona pasó a producir caña y hambre para la región. Un proyecto que produce energía eléctrica, pero en donde las comunidades que viven sobre la represa no tienen energía eléctrica. No tenemos agua potable y en cambio hay no sé cuántos millones de litros de agua represados ahí. Con la construcción de Salvajina se militarizó esa zona y empezaron a llegar actores armados que antes no había. Llegó la violencia”.

En su momento Gibson-Graham se unieron para hacer énfasis en que la producción económica tiene lugar en tantísimas partes: en el hogar, en la cotidianidad informal, en la industria, los servicios, la burocracia del Estado. Ninguno está en el centro de la economía ni de la vida cotidiana y todos están sujetos a los cambios y las contingencias. Hoy ya no desde la academia más acartonada sino desde Honda, Tolima, asistimos a una juntanza similar. “Tanto Francia como a mí nos tocará decir que no estamos para contribuir superficialmente a ajustar un programa”, anunció la congresista Ángela María Robledo, “que queremos cambiar de manera serena, colectiva y solidaria este país”. Robledo, que ha bregado desde el Congreso por el desarrollo de un sistema estatal de cuidado que reconozca y redistribuya el trabajo no remunerado que llevan a cabo millones de mujeres en el país, propone hoy la construcción de una política de cuidado de la vida.

Ambas mujeres, convocadas por una coalición trabajosa de movimientos sociales, organizaciones baquianas en la dificultad de la acción colectiva, asumen hoy que el poder está circulando, que bajo algunas circunstancias podría surgir una política redistributiva que nos despierte a la sorpresa de un mañana mejor. “¿Por qué estamos aquí? ¿Por qué el Magdalena?”, dijo Marta Restrepo de Estamos Listas durante la Convención, refiriéndose a la geografía del encuentro, y habló de la necesidad de volver al río para “construirnos como nación, como sentido colectivo y común”.

Recuerdo que fue en tierras bañadas por ese mismo río donde tantos otros sueños colectivos se forjaron y se conmemoraron. Desde los sindicatos de obreros del petróleo que soñaron con la soberanía minera en los tiempos de la Tropical Oil Company en Barrancabermeja, hasta la efervescencia del Partido Liberal con sus ideas de redistribución de la tierra y laicismo en el Tolima de los 20, y tantas otras defensas de la justicia que han germinado en la cuenca del río desde entonces. Todos estos entusiasmos se enfrentaron a un destino difícil y no queda sino trabajar para que este no sea el de la Convención Feminista y el binomio de candidatas a la Presidencia de la República. Estamos Listas.

 

Usuario(16162)11 de abril de 2021 - 02:57 p. m.
No hay punto de comparación entre una mujer madre, defensora de un territorio y negra, que sabe de injusticias y discriminación en carne viva, con una política de profesión, ayer liberal, hoy recién enVerdecida, al servicio de machos alfa como Mockus y Peñalosa cuya ansiedad politiquera puede verse en las redes saltando de las condenas obvias a DuqUribe al tema de moda en modo "voten por mi".
María(17776)11 de abril de 2021 - 02:27 p. m.
Sin duda, la manera de ejercer el poder desde lo femenino (que no es el caso de muchas funcionarias elegidas y/o nombradas en éste país, pues ejercen usando formas y adoptando mecanismos que han probado sobradamente no sólo su ineficacia sino su capacidad de zapa del tejido social, cuando no direcramente su destrucción), va a renovar, va a innovar las formas de hacer política. Inteligente columna.
luis arturo(22980)11 de abril de 2021 - 12:35 p. m.
Solo hay que alegrarse que las mujeres pasen a combatir, y lo demas -qyue el programa, el pensamiento economico o politico, etc- se acomodará -como siempre-, efervecente y violentamente...
Farid(14683)11 de abril de 2021 - 12:40 p. m.
Considero que el tema no es de género sino de seres humanos, ninguna mujer como mujer sacará adelante el país, sino miremos tenemos vicepresidenta y ????, tenemos varias senadoras y ??????, tenemos alcaldesa en Bogotá y ????????
Blanca(66976)11 de abril de 2021 - 11:24 a. m.
El caballo de Troya contra los movimientos de izquierda.
  • Artemio Cruz(47823)11 de abril de 2021 - 11:49 a. m.
    La izquierda sola no es capas de sacar adelante este país.
  • Javier Dairo(17568)12 de abril de 2021 - 03:25 a. m.
    Hagan lo que hagan, Digan Lo Que Digan Del, Exsenador y Expresidario10817985AUV, De “Lalafar”, De Petro, De Marrulanda, De FalsardoY, Sea como Sea, o, como haya sido TOTAL, seguiremos Exclamando, Convocando e Invitando Diciendo, “GUSTAVO FRANCISCO PETRO URREGO PRESIDENTE 2022-2026 En Primera Vuelta Para Nuestras Presentes y Futuras Generaciones y, POR UNA COLOMBIA Mucho MAS HUMANA Y MAS DIGNA”.
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