Hablemos claro

Finales adelantadas

Iván Mejía Álvarez
06 de julio de 2018 - 02:00 a. m.

Partidazos, verdaderos partidazos, los que ofrece el calendario de la Copa Mundo para hoy. Francia vs. Uruguay y Brasil vs. Bélgica, son un compendio de lo mejor del fútbol mundial y la conformación de los cuadros ha determinado que se enfrenten en unos cuartos apasionantes.

A Francia se le ha visto a cuentagotas, por ráfagas, como si tuviera mucha más gasolina en el tanque para ofrecer. Por momentos se le nota lento, pesado, sin salida, pero siempre seguro, porque llegarle a los galos de Deschamps no es fácil, dado que el poder destructivo del pulpo Kanté es fenomenal. Pequeñito pero rendidor, corta y entrega, llega a todo el ancho de la cancha. Es una versión de volante de marca diferente, no necesita ser un gigante, como Busquets, ni un tanque, como Casemiro, para cumplir su tarea. Reemplazar a Matuidi no parece tarea mayor para el técnico galo, pues Fekir, Lemar y hasta el mismo Tolisso pueden hacer su tarea.

En cambio los uruguayos sufrirán mucho, si se confirma la baja de Cavani, como todo parece indicar, y lo más seguro es que el sabio maestro Tabárez opte por otro media punta, como Stuani, llegando desde atrás para acompañar a Suárez. En su cuarto Mundial al frente de Uruguay (1990, 2010, 2014 y 2018) Tabárez es hoy un técnico y un hombre integral que dicta ejemplos de vida y lecciones de fútbol día a día, nota a nota.

Sufrirá Uruguay para hacer un gol sin Cavani, pero también sufrirán los franceses para vencer el bloque de los uruguayos que han encontrado en Torreira un volante limpiaparabrisas que barre al frente de la zaga y la gran categoría de la dupla Godín-Giménez.

A Brasil le hará falta Casemiro, pero en su lugar anuncian a Fernandinho, jugador de prestaciones diferentes. Le está costando a los dirigidos de Tite mover el equipo en la salida, pues ya los rivales entendieron que Casemiro es el primer pase, el que rompe líneas de presión, y tanto Coutinho como Paulinho son volantes diferentes. Hay un Brasil en la primera línea de centrocampistas y otro de tres cuartos para arriba. Adelante, el cambio de ritmo de Neymar, Gabriel Jesús y Willian es tremendo, la búsqueda de espacios, la rapidez de la maniobra. Brasil es lento en la salida pero rapidísimo en la ejecución.

Bélgica tiene problemas defensivos porque los dos carrileros sienten más el ataque que la defensa y muchas veces los tres defensores quedan pagando en espacios largos, como se lo demostró Japón. Pero cuando De Bruyne, Hazard, Meunier y Lukaku se encuentran son una máquina de hacer goles. Son efectivos, espectaculares, vistosos, tienen manejo y gol.

Tremendos partidos. Dos partidazos en cuartos, dos que hubieran podido ser finales.

 

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