¡Firme con Claudia!

Aura Lucía Mera
28 de abril de 2020 - 05:00 a. m.

Siento mucho discrepar con mi amiga y colega María Elvira Bonilla sobre su columna en El País el viernes 24 abril, titulada “El efímero látigo”, donde se va lanza en ristre contra la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, tildándola de “narcisista, antipática” y calificándola del “manejo del terror” sobre la pandemia.

No le voy a echar política al asunto, pero la verdad escueta y sin maquillaje es que, de no haber sido por Claudia, que nos sugirió encerrarnos antes de lo programado, a este país ya se lo hubiera llevado el diablo.

En Colombia, país destacado por su anarquismo y su “hacer lo que le da la gana”, donde el que más viole las leyes es el más avispado y el que se salte los semáforos el más berraco, país de polarizaciones, sin ideas ni liderazgos, acostumbrado a la impunidad, a la corrupción, al tapen tapen, a la sangre, a la mentira, al soborno y demás virtudes capitales, es extraño de pronto encontrarse con una líder frentera y sin pelos en la lengua, que le importa un pito ser políticamente correcta y llama pan al pan y al vino, vino.

El presidente Duque lo está haciendo bien y parte de sus decisiones se las debe a la firmeza de Claudia López, quien ocupa el segundo cargo más importante del país. Una mujer que no se deja mangonear ni tiene ases escondidos bajo la manga.

¿Que incomoda a muchos? Sí. ¿Que es controvertida? Sí. ¿Que no se ajusta a la politiquería corrupta? Sí. ¿Que tiene miles de detractores porque ya no pueden chupar rueda? Sí. ¿Que muchos medios de comunicación se empeñan de encontrar sus errores? Sí. ¿Que es víctima de matoneo y discriminación? Sí. Pero que es líder, lo es.

¿Que para mantener una capital como Bogotá bajo control se necesitan cojones y autoridad? Sí. Si la alcaldesa López hubiera enfrentado esta pandemia mortal con aguas tibias creo que le habríamos ganado a Nueva York en muertes, o a Guayaquil, donde el desmadre se le salió de las manos a Cynthia Viteri por no frenar a tiempo el caballo desbocado. Aclaro que los cojones no son un par de pelotas que cuelgan sin oficio, sino el valor espiritual y mental para enfrentar situaciones. Y la verdad es que esta situación crítica la están manejando mucho mejor las líderes mujeres que los machitos como Trump, los españoles, los ingleses. Más cojones tienen las mujeres, ¿o no?

Apoyo a Claudia López. Toda medida es necesaria. Cualquier descuido en la capital sería de proporciones infinitas. Lo mismo que apoyo la manera como el alcalde de Cali, el médico Jorge Iván Ospina, está llevando las riendas enfrentando el temporal anárquico de la ciudad.

No tiene ningún sentido cuestionar en estos momento a los gobernantes. Necesitamos unión y solidaridad... críticas constructivas, sugerencias positivas, seguimiento con lupa a los que quieren pescar en río revuelto, apoyar a los más necesitados, fortalecer clínicas, hospitales, puestos de salud y darles plenas garantías de seguridad a todos aquellos que se están jugando la vida a diario para salvar otras vidas.

Posdata I. ¿Por qué no dejan a Gustavo Petro en paz? ¿De dónde sale toda esa inquina malévola que llega hasta los extremos de desearle un cáncer fulminante y mortal? Podemos estar o no de acuerdo con sus políticas y sus arrebatos populistas delirantes, sus resentimientos, pero de ahí a desearle la muerte... Qué espanto de país. Ni el coronavirus, ni las siete plagas de Egipto ni la madre que nos parió nos devuelve la sensatez. A lo mejor el mundo cambia después de este latigazo viral, pero el odio que tenemos enquistado en alma los colombianos, ¿tendrá vacuna? ¿O estaremos condenados como Sísifo hasta la eternidad?

Posdata II. Cuando ya está el ojo afuera no hay santa Lucía que valga.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar