Construir democracia

Gobernabilidad, descentralización y nuevos tipos de gobierno (IV)

Hernando Roa Suárez
17 de diciembre de 2020 - 03:00 a. m.

La cristalización de nuevos tipos de gobierno, facilita la institucionalización de la gobernabilidad, la descentralización y la implementación del proceso de paz.

Gobernabilidad y nuevos tipos de gobierno. Un análisis comprensivo de la gobernabilidad democrática contemporánea nos indica que, una de sus aplicaciones prácticas, ha sido facilitar el diseño de nuevos tipos de gobierno. Para tal efecto, presentaré diez orientaciones generales significativas, que nos permiten entrever cómo configurar un gobierno dinámico e insertado en la modernidad(1).

1. Organicemos un gobierno catalizador. Navegar en vez de remar. Los gobernantes deben ser catalizadores y emprendedores de acciones que combinen, cuando sea posible, los intereses público y privado. Veamos dos ejemplos: La campaña cívica y recreativa emprendida por Rodrigo Escobar en Cali, permitió elevar la cultura cívica de la población y abrir espacios para la sana diversión de distintos sectores sociales. Durante su gestión como alcalde de Cali, se propuso fomentar e institucionalizar una cultura cívica que pudo colocarse de ejemplo para el país. En efecto, frente al desorden existente en torno a los paraderos de los buses logró, mediante la persuasión y una sólida campaña educativa, que los caleños tomaran y se apearan de los buses sólo en los sitios señalados previamente. Detrás de este ejemplo se pudo observar cómo -la población bien orientada- cambió un hábito desordenado. Política similar adelantó en relación con el aseo de la ciudad y la consciencia cívica caleña reaccionó muy bien, con el apoyo del sector privado, hasta convencerse de que “el aseo es salud”. Complementariamente, conocedor de la antigua sentencia de Juvenal: “mente sana en cuerpo sano”, impulsó una serie de centros y piscinas públicas, que cambiaron el ambiente recreativo de la ciudad. Otro ejemplo fue la recuperación de una gestión administrativa honesta, que replanteó la credibilidad pública en el gobierno, como sucedió con las gestiones de Antanas Mockus (1995-1997; 2001-2003) y Lucho Garzón (2004-2007) en Bogotá.

2. Necesitamos un gobierno comprometido con la comunidad, que fortalezca su presencia, capacidad de decisión y realice acciones eficaces. Por ejemplo: La labor emprendida por el Plan Nacional de Rehabilitación (PNR - 1986-1990), en varias regiones de Colombia. A través de su gestión, se impulsaron amplios sectores de la comunidad, que pudieron intervenir y autogestionar proyectos que beneficiaron sectores tradicionalmente olvidados. Un caso fue la gestión adelantada en el Occidente de Boyacá en 1987, que favoreció la creación de un espíritu de paz que aún perdura en nuestros días. Así mismo -como ocurrió en Cubará- el apoyo dado a los proyectos provenientes de necesidades específicas de las veredas, facilitó la participación directa del Estado en la comunidad, con todas las consecuencias que de allí se derivaron. En estos casos, se hizo presencia del Estado en zonas de extrema pobreza…

3. Impulsemos un gobierno que introduzca la competencia en la prestación de los servicios públicos. Por ejemplo: La posibilidad que se dio para que coexistan los Fondos de Cesantías y el Fondo Nacional del Ahorro. También, la coexistencia del aseo público y privado. En relación con el Fondo Nacional del Ahorro, es notable el cambio en la organización de sus oficinas y la agilización y sistematización de los trámites respectivos. En cuanto al aseo privado, en el caso de Bogotá, fue importante el cambio en la prestación del servicio. 4.- Organicemos el gobierno por misiones. Transformemos los órganos negativamente burocratizados. Por ejemplo: la Corporación Calidad y el Proyecto Maloka, que permitieron realizar obras eficaces y eficientes, que aún perduran.

5. Concretemos un gobierno de resultados, en el que las instituciones que demuestran eficiencia y manejo eficaz de los recursos públicos, sean fortalecidas(2). Hay que dar importancia a la generación y al ahorro de recursos, no simplemente gastarlos, o más aún, invertirlos inútilmente, como ocurrió en Arauca con la construcción del velódromo y la piscina de olas. Veamos ejemplos internacionales: al paso que los Juegos de Montreal, generaron una deuda pública de US$ 1.000′000.000; los Juegos Olímpicos de los Ángeles dieron un superávit de US$ 225′000.000. Ecopetrol puede ser un caso que, en muchos aspectos de su desarrollo organizacional, formación de recursos humanos y relaciones con la comunidad, tiene resultados que merecen ser estudiados(3). La primera empresa del país, junto con el Banco de la República, son dignas de ser imitadas por las empresas públicas y/o por las alianzas público – privadas(4).

6. Cristalicemos el gobierno al servicio de los usuarios. Los gobiernos democráticos deben justificar su existencia colocándose al servicio de los ciudadanos. El gobierno está para atender las necesidades de la ciudadanía y no de los burocrateros y negociantes clientelistas que han hecho perder la respetabilidad de la burocracia y de la tecnocracia. Hay que evitar la tramitomanía a que frecuentemente es sometido el ciudadano cuando va a solicitar un servicio público. Por ejemplo: La organización y funcionamiento de la Oficina de Pasaportes del Ministerio de Relaciones Exteriores en Bogotá, es una solución de eficiencia al servicio del usuario. Las antiguas «colas», demoras, desorganización y tramitomanía, fueron abolidas. Hoy, el pasaporte es entregado en pocas horas. Igualmente ocurre con la tramitación del Certificado de Antecedentes ante la Procuraduría General de la Nación que, en nuestros días, se puede tramitar por internet.

7. El gobierno debe ser emprendedor. Es conveniente financiar las instituciones por sus resultados y no por las expectativas que han creado. Es recomendable medir los resultados, para distinguir el éxito del fracaso. Si no se ve el éxito, es imposible premiarlo. Por ejemplo: Las experiencias de Colciencias, en la financiación de tesis de posgrado, fueron estimulantes y tuvieron efectos positivos. Así mismo, la fundación de la primera Escuela de Alto Gobierno de Colombia, en la ESAP en 1997, marcó un hito que aprestigió a Colombia en el contexto europeo e iberoamericano(5). Gracias a su fundación, organización, programas y realizaciones, los asistentes al Encuentro Iberoamericano de responsables en materia de administración pública, organizado por el Ministerio de las Administraciones Públicas (MAP), la Fundación Instituto Iberoamericano de Administración Pública (FIIAP) y la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) celebrado en Cartagena entre el 7 y el 11 de noviembre de 1998, solicitaron al gobierno de Colombia su apoyo para asesorar a los gobiernos latinoamericanos para reorganizar las Escuelas de Administración Pública y fundar Escuelas de Alto Gobierno(6).

8. Concretemos un gobierno preventivo. Prevenir es mejor que curar. Educar en lugar de reprimir. Veamos algunos ejemplos: Para tratar las enfermedades, con frecuencia se han construido hospitales (Santa Marta, Tunja…), sin la dotación correspondiente y después de varios años de no utilización, se han tenido que hacer reparaciones locativas y jubilar personal, sin que aún se hubieran dado al servicio público. Para combatir el crimen, se aumenta la fuerza de la Policía(7), pero se ha olvidado la presencia efectiva del Estado y su acción directa sobre la comunidad, en torno a la satisfacción de las necesidades fundamentales de la población.

Otro caso fue la falta de presencia estatal ampliada en Arauca, (1982-86...), que facilitó ciertas fortalezas de la subversión que, mediante “vacunas” y secuestros, extendió su radio de acción. ¿Será cierto que esa falta de presencia en los últimos tres decenios, facilitó la eclosión social, presentada en el país, en los primeros seis meses de 1986, en el suroriente colombiano? ¿Cuál ha sido el costo político para el Estado y para los gobiernos de esas acciones? ¿Y cuánto le ha costado a la democracia colombiana y a su Estado, el escándalo de la parapolítica? En la medida de lo posible, es conveniente buscar invertir la actitud gubernamental, en el sentido de no apagar «incendios», sino evitar que ellos se produzcan.

9. Es necesario descentralizar el gobierno. Lo indicado es impulsar la participación y el trabajo en equipo, en las distintas instancias de decisión. Los ejemplos de la elección popular de alcaldes y gobernadores y las medidas de manejo presupuestal correlativas, han sido muy útiles. Se prevé que en el futuro este proceso facilitará renovaciones políticas significativas. Más ellas no bastan; es conveniente crear una nueva conciencia que permita tener gobiernos locales, eficaces y eficientes, trabajando en equipo en torno a proyectos específicos(8); y

10. Es recomendable combinar los mecanismos del mercado con los mecanismos puramente burocráticos(9). Como se ha sostenido, el problema contemporáneo no es más o menos Estado o Estado vs. mercado, sino Estado eficiente que estudia las condiciones específicas del mercado en cada caso. Por ejemplo: las médicas descalzas, se promovieron para ser pagadas por la comunidad y terminaron siendo pagadas por los hospitales locales. En la próxima columna presentaré las conclusiones de este estudio.

roasuarez@yahoo.com

Referencias

1. Algunos de los planteamientos aquí formulados están basados en el enfoque clásico de Osborne y Gaebler (1994). Reinventando o Governo. ENAP. Brasilia, que he adaptado a la realidad colombiana.

2. Como ocurrió, por ejemplo, con la ESAP, en el intervalo 1996-1998. Véase ROA, Hernando. Informe de Gestión. ESAP Publicaciones. Bogotá, pp. 77-83

3. Por supuesto que es preocupante -por sus implicaciones y cuantías- la problemática de Reficar.

4. Estúdiense los beneficios e impactos de la labor cultural de la Biblioteca Luis Ángel Arango.

5. Léase al respecto el contenido del editorial principal del periódico El Tiempo, correspondiente al lunes 30 de junio de 1997. pág. 4ª. La ESAP y la Escuela de Alto Gobierno.

6. Anotemos que la ignorancia e ineptitud de Andrés Pastrana impidieron que esa solicitud pudiera cristalizarse…

7. Obsérvense los cambios positivos efectuados en esta Institución, bajo la dirección del General Oscar Naranjo

8. Para la ampliación de los planteamientos aquí formulados, me permito recomendar la lectura de los aportes de: “La red de iniciativas para la gobernabilidad, la democracia y el desarrollo territorial; y los aportes del profesor y tratadista Darío Indalecio Restrepo de la Universidad Nacional de Colombia.

9. Me permito insinuar la conveniencia de correlacionar el conjunto de estos caminos, para mejorar los gobiernos (locales, departamentales y nacionales), con las propuestas para el fortalecimiento del proceso descentralizador y las alternativas planteadas a la problemática de la paz, consignados en los artículos del autor en: CONSTRUIR DEMOCRACIA. 45 años de periodismo de opinión. Prólogo: Alfredo Sarmiento Gómez. Universidad Nacional -IEPRI; Universidad Javeriana -Instituto Pensar; Compensar y otros. Grupo Editorial Ibáñez. Bogotá, pp. 47-51; 115-125; 249-292…

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Periscopio(2346)17 de diciembre de 2020 - 01:00 p. m.
Para el régimen uribista actual es subversivo el sólo pensar en nuevos tipos de gobierno, porque según el uribismo "todo lo que no sea uribista es terrorista" y como tal debe ser combatido. Por eso no es el gobierno nacional el que debe descentralizarse sino los uribistas del "centro" democrático, porque ese antro no tiene nada de centro, y menos aún de democrático.
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