Gobernando con el enemigo

Luis Carvajal Basto
10 de septiembre de 2018 - 05:00 a. m.

El presidente Trump ha logrado consolidar un verdadero “sindicato” en su contra: ya se conocía de la oposición demócrata en el Congreso, la de los principales medios, la de los exdirectores de la CIA y el FBI, la de sus exabogados, examantes y la de gran parte de la opinión, pero era inédita la rebelión en público de sus actuales e inmediatos colaboradores.

El desafío a Trump por parte de un disidente funcionario de la Casa Blanca, al publicar un artículo anónimo en el New York Times, puede interpretarse como un acto de deslealtad con su gobierno, pero debe considerarse que nadie está obligado a actuar contra sus principios y la primacía del Estado de derecho. Por otra parte, este hecho puede ser visto como un episodio de una pugna política feroz desde su propia entraña.

Los presidentes, en todas partes del mundo, habitualmente, sobreviven en una “jaula de cristal” en la que están expuestos a todos pero pierden gran parte del contacto con el ciudadano y sus problemas. De ello se encarga un círculo íntimo de especialistas que les rodean y proporcionan un entorno, digamos, técnico, cálido y afectivo: su polo a tierra. Para cualquier gobernante es un grave problema que ese entorno se encuentre fracturado; mucho más, que las diferencias, en este caso enormes y de fondo, se debatan en público antes que en privado.

El asunto es más complejo si se considera que el funcionario no solo se manifiesta como disidente, sino que reconoce la existencia de un grupo de colegas, también nombrados por Trump, que actúa con agenda propia para impedir desde el interior de la Casa Blanca sus excesos. En el artículo se invocan razones como la “amoralidad del presidente”; su inconsistencia con los mismos principios republicanos; su política exterior, en la que aparece como amigo de dictadores y enemigo de los aliados históricos de su país; sus abruptos giros de opinión; su enemistad con la prensa y su talante “anticomercial y antidemocrático”.

Esta anómala situación coincide con las próximas elecciones de Congreso y gobernadores, cuando aún no se aclara, legalmente, el tamaño de la injerencia rusa en las pasadas elecciones presidenciales que le dieron la victoria. Pero resulta absurdo pensar este suceso como apenas uno más de la campaña en que se definirán mayorías en el Congreso, con mejores posibilidades ahora para los demócratas en la Cámara. Una batalla decisiva hacia las presidenciales.

En ese escenario reapareció en política el expresidente Obama, en una actitud de confrontación poco habitual entre expresidentes en ese país, al mostrar las inconsistencias de Trump, incluso con los principios del Partido Republicano, luego de afirmar que el actual periodo de crecimiento de Estados Unidos, mostrado como un logro de Trump, en realidad comenzó en la administración Obama, lo cual es absolutamente cierto. Le recordó que Estados Unidos es el único país retirado del acuerdo climático global y le preguntó a los herederos de Abraham Lincoln, protector a ultranza de las libertades: “¿Qué pasó con el Partido Republicano?”

Todo indica que el futuro del presidente no depende tanto de las elecciones de noviembre, como de la manera en que evolucionen sus problemas judiciales, pero tendrá que ver mucho con sus resultados. Un promedio de encuestas hasta ayer señala que una mayoría del 53,9% desaprueba su trabajo mientras un 41,9% todavía lo aprueba. Vale recordar que en las pasadas elecciones la señora Clinton ganó, por casi tres millones de votos, pero Trump fue elegido gracias al sistema electoral. Si ganan los demócratas la Cámara, sus problemas se multiplicarán, haciendo el futuro de Estados Unidos y del mundo más incierto que luego de su declarada guerra comercial. Mucho más su continuidad en la Presidencia, ahora que sus contradictores también le atacan desde “dentro”.

@herejesyluis

También le puede interesar: "Decomisar la dosis mínima: ¿Populismo o necesidad?"

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar