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Golpe de Estado en Washington

Hernando Gómez Buendía
17 de enero de 2021 - 03:00 a. m.

El titular se ha repetido hasta el cansancio, pero en la vida real fue mucho menos que eso. Y mucho más que eso.

Fue así: algunos cientos de airados partidarios de Trump ingresan por la fuerza al Capitolio e interrumpen la sesión del Congreso donde se está protocolizando la elección de Joe Biden. Ventanas rotas, una persona muerta de un balazo, gran susto de los parlamentarios… y continúa el conteo ceremonial de los votos que hace dos meses eligieron a Biden.

Tragedia y comedia. Tragedia, la violencia y sobre todo la vergüenza de los estadounidenses, que vieron su país convertido en uno más del Tercer Mundo o en lo que ellos llaman con desprecio una “banana republic”. Comedia, la absoluta desproporción entre medios y fines, entre la gente sin armas y sin orden que ocupó el Capitolio y la presunta intención de que los congresistas eligieran a Trump.

El episodio hay que leerlo de otro modo: fue el remate tragicómico del intento más serio de golpe de Estado que ha tenido Estados Unidos desde 1776, o al menos desde la Guerra Civil de 1861. Fue al mismo tiempo la prueba más severa que ha sufrido su sistema democrático, la mejor demostración de su fortaleza y la más clara ilustración de por qué la democracia depende del querer de sus actores. También —más en el fondo— fue el síntoma alarmante de una grave enfermedad que seguirá amenazando la democracia, el papel internacional de Estados Unidos y por lo tanto el orden mundial del cual todos dependemos.

— El intento de golpe comenzó cuando Trump dijo que las elecciones serían “amañadas”, y se hizo real a medida que iba presionando a funcionarios para cambiar el resultado de las votaciones. No apenas el “pataleo” ante los jueces, sino una seguidilla de presiones ilegales sobre legisladores de los estados decisivos, gobernadores, autoridades electorales, congresistas republicanos y el vicepresidente, a quien pidió desconocer la votación certificada de esos mismos estados.

— La fortaleza de la democracia comenzó por 90 jueces de distintos estados y partidos (incluyendo los tres de la Corte Suprema escogidos por Trump) que descartaron más de 60 demandas de fraude. Pasó por la rotunda negativa de las Fuerzas Armadas a intervenir en unas elecciones, que es la roca final de cualquier democracia. Y culminó con los 50 estados y el Congreso en pleno, que acataron las reglas del juego (salvo dos senadores que pedían una ilegal “comisión” para recalcular los votos).

— Sin la resistencia de esos funcionarios o, más al fondo, sin el masivo rechazo ciudadano que habrían sufrido los violadores de la ley, el golpe de Trump se habría consumado. Es la lección que deja para el mundo este episodio más que tragicómico: nada distinto del querer de la gente puede hacer que exista una democracia.

— La enfermedad detrás de todo es el racismo. Los campesinos blancos y cristianos que ocuparon el Capitolio no creen que les robaron unas elecciones: creen que les robaron su país. Se los robó una oscura coalición de negros, latinos, señoritos educados de las ciudades, políticos tradicionales de uno u otro partido, China, Europa y el resto del mundo que se aprovecha de ellos.

Arrinconados por la demografía y por la historia, los “ignorantes” que apoyan a Trump saben muy bien que en juego limpio no volverán a ganar las elecciones. Por eso y para siempre tratarán de impedir que voten los no blancos y dirán que hubo fraude cada vez que resulten derrotados.

* Director de la revista digital “Razón Pública”.

 

Graciela(lwvsg)17 de enero de 2021 - 10:30 p. m.
Y adónde queda el centro demoníaco en toda esta trama criminal para despojar de su investidura al presidente Biden. No hay que olvidar el discurso incendiario del genocida y sus aulicos de la ultraderecha colombiana. No hay que olvidar el vergonzoso papel que desempeño el inmoral embajador fransisco Santos. Para bien de EEUU y de Colombia los déspotas de aquí y de allá fracasaron en su intento.
Arkanos(kwupp)18 de enero de 2021 - 12:11 a. m.
La raíz de todo es la incapacidad y frustración del Tío Sam para impedir que China se afiance como primera potencia mundial...
Javier(c56tt)17 de enero de 2021 - 09:52 p. m.
PERO ES,Muy satisfactorio ver como LasUltraderrechas, van cayendo estruendosamente ante EL INATAJABLE,AVANCE de LAS IZQUIERDAS MODERADAS, No. mas miremos como en los EE.UU, también cayeron y, lo mejor es que Gano, EL PETRISMO y, EL CASTROCHAVISMO!!!, soplan vientos de PROGRESO Y DESARROLLO, cierto amigos de este tan DEMOCRÀTICO FORO ?.
Atenas(06773)17 de enero de 2021 - 06:30 p. m.
Y cuando las aguas se apaciguen y la calma torne a pleno entre la solidez de las instituciones gringas, ya veremos cuánta tinta se perdió en un mar de interpretaciones amañadas y desmesuradas. En efecto, esa fue una dolorsa página q' muy pronto será olvidada en el torrente de capítulos sobre cómo reorganizarse luego de la caída del caballo con Trump, volver a montar y seguir.
  • Javier(c56tt)17 de enero de 2021 - 09:53 p. m.
    MUY CIERTO SU COMENTARIO! Como también, es muy cierto Irrefutable E Innegable QUE, el hoy por fin ExsenadorExPresidario1087985AUV, Es el "NarcoParaCorruptoCriminalCinicoFascistaExpresidente", MAS ASESINO y también EL MAS CORRUPTO QUE HA TENIDO COLOMBIA, cierto Amigos del DEMOCRAICO FORO?
Victor(10861)17 de enero de 2021 - 12:17 p. m.
Perfectamente descrito. En otra columna hablar sobre el uribestialismo en la Florida
  • Javier(c56tt)17 de enero de 2021 - 09:54 p. m.
    Lo CIERTO es que MATARIFE, el Genocida Innombrable ExSenadorExpresidario1087985AUV, está Incurso en DELITOS DE GUERRA y CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD y, como No. PUDO hacer TRIZAS, el ACUERDO DE PAZ, Tratando de Deslegitimar Infructuosamente LA JEP, tan solo Buscando escapar a Ser JUZGADO POR TODOS SUS CRÍMENES, cierto amigos de este tan DEMOCRATICO FORO?
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