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Notas de buhardilla

Golpistas

Ramiro Bejarano Guzmán
21 de marzo de 2021 - 03:00 a. m.

No fue solo una lambonería del filipichín director vitalicio de la Federación de Municipios; se atrevieron a presentar un proyecto de acto legislativo para prorrogar los períodos al subpresidente Duque y a altos funcionarios, incluidos magistrados de las altas cortes.

Aunque el proyecto lo tuvieron que abortar, repitieron la misma estrategia que cuando reeligieron a Uribe. Noemí Sanín, en las escalinatas de la “Casa de Nari”, habló sobre la conveniencia de reelegir al mandatario y pronto arreglaron todo en las comisiones primeras de Senado y Cámara para que la reforma constitucional se concretara. Para eso, los senadores entonces oficialistas acuñaron el tramposo procedimiento de anticiparse a declararse impedidos y decidir ellos mismos que ninguno lo estaba, de manera que cuando fuesen recusados el tema pareciera improcedente por estar resuelto. En la Presidencia de la Comisión Primera de la Cámara, un representante del grupo de un experto en tirar la piedra y esconder la mano hizo todos los movimientos para que el proyecto no sufriera tropiezos. En esas aparecieron Yidis Medina y Teodolindo Avendaño, sobornados por el Gobierno para que votaran el inmoral y delictual acto legislativo que volvió trizas la Carta Política. La historia se escribe con mentiras, pues todo el mundo cree que la única responsable de este atropello constitucional era solo Yidis, cuando lo fueron todos: Uribe, sus ministros, los parlamentarios de la coalición política y, aunque nos duela, un par de magistrados de la Corte Constitucional que filtraron que votarían en contra de la constitucionalidad de esa reforma, o mejor encarecieron sus votos, y luego se voltearon groseramente a última hora. El resultado no pudo ser más grotesco: el padre de uno de esos magistrados terminó de embajador en Francia. Entonces muy pocos protestamos y no se oyeron nuestros reparos, porque la maquinaria apabulla y silencia.

No fue la primera vez que el establecimiento se puso de acuerdo para falsear la historia. También cuando se inventaron el Frente Nacional, ese pacto de impunidad que en mala hora impidió que se juzgaran los abusos de las dictaduras de Ospina Pérez y Laureano Gómez, para que todo terminara en un juicio político por delitos menores contra el tirano Rojas Pinilla, la Yidis de ese episodio.

En los tiempos actuales no les resultaba sensato al régimen y a sus amigos revivir la reelección, a pesar de que han querido hacerlo con un referendo, y optaron por el esperpento de la unificación de los períodos de los altos funcionarios. Pusieron a un lagarto a soltar el globito del que se colgaron varios insensatos y congresistas; por eso en los corrillos políticos se supo que los parlamentarios Amín y Barguil, para solo mencionar dos, cabildearon el proyecto entre sus colegas, con el gancho de que al unificarse los períodos el país tendría que convocar menos elecciones y se ahorraría una suma impresionante, que de todas maneras, tarde o temprano, se robarían los mismos de siempre.

El proyecto de acto legislativo llegó pedaleado al Congreso por el mañoso contralor Córdoba con el consentimiento del subpresidente, el ministro del Interior y otros funcionarios, así todos aseguren que Duque no estaba en eso. No les creo, mintieron como lo hicieron antes Uribe y los suyos, y como lo siguen haciendo, no propiamente en silencio, quienes promueven para todo al empresario y vástago Tomás Uribe.

Que el proyecto de acto legislativo que prorrogaría los períodos haya sido suscrito por congresistas del Centro Democrático, Cambio Radical, conservadores y liberales no es coincidencia. Fue un intento desestabilizador de la democracia en beneficio de los propios proponentes quienes, así hayan retirado tardíamente sus firmas, de todas formas incurrieron en causal de pérdida de investidura si no en prevaricato, con la sola proposición de una enmienda constitucional que nos recordó que seguimos siendo republiqueta bananera.

Al Gobierno no le salió bien este asalto constitucional, pero conociendo el talante y la tozudez uribista no sería raro que este fantasma de la prórroga de los períodos siga asustando. El pecado de Duque no fue haberse lavado las manos como Pilatos, sino haberlas tenido sucias.

Adenda. ¿Por qué después de 21 años de procesos y condenas todavía no ha salido a la luz pública el nombre del general (r) de la Policía involucrado en el ataque a la periodista Jineth Bedoya?

notasdebuhardilla@hotmail.com

 

Periscopio(2346)21 de marzo de 2021 - 07:24 p. m.
Puesto que la democracia garantiza iguales derechos para todos los ciudadanos, el democrático presidente eterno resolvió que el período presidencial no será de seis años sino de sólo un año, y sin derecho a reelección, para darle oportunidad a todos sus siervos del CD que se disputan las mieles del poder. !Comuníquese y cúmplase! Firmado: Alvaro Uribe.
Alberto(3788)21 de marzo de 2021 - 06:53 p. m.
Excelente, perfecto análisis, tal cual.
Tanatos(39449)21 de marzo de 2021 - 05:09 p. m.
No sólo del general, de los guardas del inpec que se prestaron, los patrulleros, suboficiales y oficiales de la policía que se vendieron para esa barbaridad; de los que permitieron las matanzas en la picota que originaron la investigación de Jineth Bedoya; toda una liga de hampones.
James(98616)21 de marzo de 2021 - 03:53 p. m.
NOHEMÍ SANÍN SIENDO LA MIN-COMUNICACIONES ORDENÓ CORTARLAS ENTRE LOS MAGISTRADOS REHENES DEL M-19 y LA RADIO, CONDENÁNDOLOS A MUERTE EN EL GOBIERNO DEL BONACHÓN, GOTERERO, POETA, PELOTÓN BELISARIO BETANCURT A QUIEN EL EJÉRCITO LE DIO UN GOLPE DE ESTADO DURANTE LA RE-TOMA SANGRIENTA DEL PALACIO DE JUSTICIA. JAIME CASTRO Y TODO EL GABINETE DE BELISARIO SON CULPABLES DE LA MASACRE....
  • usucapion1000(15667)21 de marzo de 2021 - 05:13 p. m.
    Y fué tan cobarde el pelotudo y mediocre poeta que se abstuvo de contar la verdad que había prometido se develaría después de muerto. Lo que la hizo la Noemí es imperdonable y los cargos diplomáticos con los que la premiaron representan un montón de monedas bañadas de sangre inocente.
Bernardo(31155)22 de marzo de 2021 - 09:05 p. m.
La SERPIENTE está viva. Su esencia rastrera le permite colarse por debajo de todo tipo de "enaguas". Dice bien el columnista advirtiendo que es sólo una señal, mas no la última. El FASCISMO de la secta dirigida por el caballista delincuente en cocción judicial, avanza hacia SU impunidad, lo primero que le importa y, luego, a llevarse consigo, como la del paraíso a todas las "evas y adanes".
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