Hacia una visión integrada de la vivienda

El subsidio por ahorro, abono y crédito, conocido como ABC, forma parte de una visión integrada del sector vivienda en Colombia. Es un modelo de facilitación de los mercados. En él, todos los mercados de vivienda están interrelacionados y producen mayor acceso y calidad de la vivienda cuando se los combina.

Así lo vemos en el Banco Interamericano de Desarrollo, y por eso lo apoyamos. La herramienta, iniciada en los años 90, consiste en un aporte otorgado en dinero que complementa el ahorro del beneficiario y el crédito que éste puede obtener. Ha permitido que con subsidios directos, se disminuya el riesgo crediticio, y se reduzca así la cantidad a ser financiada por el sector privado a montos accesibles para familias de distintos niveles de ingreso.

La mayor limitación ha sido la creencia de que los subsidios pueden movilizar recursos privados de manera automática. La realidad es otra. La mayoría de las familias en la región carece de ingresos suficientes para adquirir una vivienda adecuada, para construir una casa en el mercado formal y a menudo representan un riesgo de crédito que el sistema financiero privado no puede aceptar.

Para responder a esta necesidad, hay dos ejes de intervención en el modelo ABC actual. Por una parte, fortalecer la capacidad de regular y facilitar de las autoridades locales involucradas la implementación del subsidio, incluyendo las obligaciones de formular y adoptar planes de vivienda; establecer mecanismos de coordinación con las entidades nacionales, y apropiar recursos para complementar los recursos provenientes del Gobierno Nacional. Por otra parte, seguir impulsando diferentes mecanismos, para aumentar la capacidad muy limitada de ahorro de las familias, y generar el acceso al crédito, como se hizo con el programa de Ahorro Voluntario Contractual del Fondo Nacional de Ahorro.

En la última publicación insignia del BID, titulada Un Espacio para el Desarrollo: Los Mercados de Vivienda en América Latina y el Caribe, se analizan 15 años de política de subsidio a la vivienda en Colombia y se resaltan grandes logros: se ha desembolsado el 80% del subsidio a familias con ingresos inferiores a 2 salarios base, se ha promovido a que el sector privado invierta 36 centavos por cada peso invertido por el sector público, y se han entregado viviendas calificadas como muy satisfactorias por el 91% de sus beneficiarios.

Aún hay desafíos. Producir vivienda para la creciente población urbana y, al mismo tiempo, cumplir con exigencias de calidad y localización son unos de ellos. En la actualidad, se estima que el 56% de las soluciones habitacionales son producidas por el sector informal.

*Ophelie Chavelier** Especialista  en Vivienda y Desarrollo Urbano del Banco Interamericano de Desarrollo.