¿Hay vida inteligente en la Tierra?

La pregunta aparece referida siempre a otros cuerpos del universo, pero nos pareció inteligente y oportuno que no sé quién la formulara con relación a nuestro planeta. En efecto, a la luz de tantas embarradas y tantos despropósitos humanos y, por otra parte, conmovedoras demostraciones de sensibilidad animal que nos muestra la red, caben dudas sobre la índole del animal superior que creemos ser.

La escena del perrito me llegó en un whasapazo cuando también rodaba por la red la tremenda situación de los bosques abrasados. El can, dotado de una especie de medias rojas como protección del suelo caliente, consigue traer fuera de la conflagración a los animales en riesgo. Mientras tanto, el prepotente y antipático jefe de un país dominante, con su voz impostada y su talante fastidioso, ordena la muerte de un general extranjero, y, cuando el país ofendido responde con menos saña, se ofende como se ofende un facineroso cuando lo pillan en actos punibles.

¿Cuál fuera la reacción de los países obsecuentes si, por ejemplo, el presidente venezolano Nicolás Maduro ordenara el asesinato de un militar suramericano? Es de suponerlo, lo sabemos, no nos hagamos tarugos: en coro se señalaría el hecho como criminal intromisión y como digno de rechazo universal. Pero como se trata del patrón, todos agachan la cabeza y se comen el sapo.

Entonces, en este momento cabe hacer un parangón entre las conductas humana y animal, con desventaja en la calificación de la primera. Ello se refleja claramente en los incendios de bosques en varios lugares del mundo, que hacen evidente la torpe acción del hombre, de modo tan irracional que poco a poco se pone en peligro la continuidad de la vida, de la civilización humana sobre la Tierra. Y estas calamidades persisten como resultado de la conducta propia de los países más desarrollados, que persisten en ahondar la irracionalidad de la sociedad de consumo, mientras la mayor parte de la gente del planeta carece de lo más elemental para vivir.

Otro tanto ocurre en los asesinatos de líderes sociales. ¿Quién está detrás de estos crímenes? Creemos que los actores tras bambalinas son de variada procedencia y con móviles diversos, pero todos presentan ribetes que hablan mal de la condición humana. Puede haber agentes de las mafias, pero también personajes que a la vez hacen ostentación de su presunta religiosidad y su falta de escrúpulos para caerle al contradictor, en una discordancia que exaspera al propio papa Francisco. Frente a cualquier asomo de democratización social, se muestran incapaces de disimular que es preferible la injusticia –que los favorece–, ante la posibilidad de acceder a una sociedad más equilibrada, sin las insultantes brechas que hacen de Colombia un país de privilegios y al mismo tiempo de grandes capas sociales que sobreviven en medio de privaciones insoportables. De modo que es preciso preguntarse si los humanos somos realmente humanos o humanos deshumanizados.

Tris más 1. ¿Qué hacer con tantos palos de ciego que caracterizan a la administración Duque? ¿Es Duque? ¿Sí?

Tris más 2. Un amigo me dice que en materia de política en general soy muy ingenuo. ¡Que viva la ingenuidad!

* Sociólogo, Universidad Nacional.