Imperativo: unirnos contra la pandemia

Santiago Montenegro
30 de marzo de 2020 - 05:00 a. m.

Fue un gran acierto del persidente Duque el nombramiento de Luis Guillermo Plata como gerente contra la pandemia del coronavirus.

El doctor Plata y el equipo que está consolidando tienen claro que su estrategia gira alrededor de tres elementos centrales: un diagnóstico, unos objetivos y unos medios para alcanzar esos objetivos.

Sobre el diagnóstico, en términos muy generales, debemos ser conscientes de que la situación es muy grave, porque un número muy grande de los colombianos, tarde o temprano, nos vamos a contagiar del coronavirus, quizá un 60 % de toda la población, o sea unos 30 millones de personas. A la gran mayoría no le ocurrirá nada grave, pero los adultos mayores con enfermedades crónicas sí estarán en peligro. En ese sentido, los objetivos centrales deberían ser: primero, proteger a los adultos mayores, con especial referencia a los que sufren de otras dolencias como el cáncer, la diabetes, las enfermedades coronarias y otras semejantes; segundo, evitar que el contagio se extienda a altas velocidades entre la población, lo que se ha denominado “aplanar la curva”, con el fin de evitar el colapso del sistema hospitalario y de las clínicas. Con ese diagnóstico y con esos objetivos hay que definir los medios para lograrlos, pero, antes de puntualizarlos, es útil aclarar que cuando hablamos de medios para alcanzar ciertos objetivos es menester efectuar su cálculo en cuatro dimensiones: a) su suficiencia; b) su idoneidad para los fines perseguidos; c) su incompatibilidad con otros fines; d) su potencial exceso, de forma tal que sobrepasen los fines y se tornen contraproducentes. Por razones de espacio, solo alcanzo a comentar las dos primeras dimensiones.

Sobre su suficiencia, es menester afirmar que haber impuesto la cuarentena obligatoria en todo el país es un medio muy acertado para el aplanamiento de la curva. Pero, infortunadamente, sabemos que la capacidad de hacer pruebas de detección del virus es bajísima, así como es bajo el número de pruebas efectivamente realizadas, unas 600 diarias, en tanto otro país con la misma población de Colombia, Corea del Sur, ha venido realizando unas 22.000 diarias. Sabemos, también, que el número de ventiladores o respiradores existentes es muy reducido, así como es imprescindible establecer si el número de médicos, enfermeros y personal auxiliar, al igual que la disponibilidad de equipos para su protección son suficientes. Hay que poner a disposición de la estrategia contra el coronavirus toda la oferta médica y hospitalaria, pública y privada, y, así como se está haciendo en otros países, es urgente ampliar dicha oferta alistando hoteles y otros recintos para recibir a los enfermos menos graves, pero que requieren hospitalización.

Sobre la idoneidad de estos medios, es menester afirmar que habrá un déficit grande de medios hasta que no se unifiquen los recursos y esfuerzos del Gobierno nacional, los de los gobiernos regionales y los del sector privado. Infortunadamente, se ha observado que hay que mejorar mucho su coordinación y es muy desafortunado constatar que varios analistas y columnistas están ideologizando y polarizando el debate, cuando lo que se requiere es el más amplio acuerdo de todas las partes. Siendo conscientes que los recursos financieros, medios instrumentales, técnicos y de personal son escasos, todos los colombianos tenemos la obligación de ayudar a derrotar una de las más graves amenazas que ha enfrentado el país en toda su historia.

 

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