Juan Manuel Santos en la historia

Felipe Zuleta Lleras
04 de agosto de 2018 - 11:30 p. m.

Se va pasado mañana de la Presidencia Juan Manuel Santos. Como consecuencia de ese hecho, muchos columnistas han escrito estas semanas sobre el gobierno del presidente, sus ejecutorias y sus falencias. No seré la excepción y, al igual que otros de mis colegas, no voy a entrar en los detalles. Santos, quiéranlo o no sus detractores, ya pasó a la historia por el tema de los acuerdos con las Farc. Así los uribistas y los enemigos a ultranza de Santos opinen lo contrario, el presidente ya consiguió un lugar en la historia universal. ¡Así como suena!

Tan es esto cierto que en muchos centros de pensamiento en el mundo están estudiando el tema del Acuerdo de Paz de Colombia. Varias universidades también lo están incluyendo en sus cátedras como caso de estudio. Este proceso ha sido, dicen los expertos, el mejor proceso de paz que se haya hecho en la historia.

Pero, por supuesto, como en Colombia la regla general es la mezquindad, millones de colombianos odian a Santos por esto. Lo he dicho en el pasado: muchos, como consecuencia de la guerra, se volvieron a adictos a la violencia que durante 50 años padecimos los colombianos.

Estúpido resulta pensar que sería mejor tener a las Farc armadas y delinquiendo que verlos, como los hemos visto, sentados en sus curules en el Congreso. Pero, claro, la animadversión hacia el presidente Santos ha enceguecido a los enemigos del proceso. En parte, esa posición es culpa del senador Uribe y su séquito.

En lo que a mí respecta, así me llamen enmermelado, admiraré siempre al presidente Santos, pues se la jugó a fondo, con todas las dificultades, en este proceso. Entiendo que tendrán que pasar muchos años antes de que los colombianos sanemos nuestras heridas, heridas que dejaron miles de víctimas y más de seis millones de desplazados.

Precisamente, a título de anécdota, le cuento a usted que en días pasados tuve la oportunidad de conocer a dos prestigiosos profesores de una universidad española, quienes me preguntaban qué le pasaba a Colombia con respecto al tema de la paz con las Farc. Uno de ellos me decía que no entendía cómo le preguntaban a un país si quería la paz o la guerra (refiriéndose al plebiscito) y la mayoría había escogido la guerra.

Traté de explicarles, pero confieso que no fui capaz de hacerlo, porque esa misma pregunta me la he hecho muchas veces. Sólo atiné a exponerles que en este país hay un señor que se llama Álvaro Uribe. Les conté cómo era y qué hacía. Les revelé datos sobre la pelea entre Uribe y Santos. En fin, traté de darle contexto al tema. ¡No entendieron nada!

Finalmente, esta columna no es para hablar de Uribe, sino para agradecerle al presidente Juan Manuel Santos por haber logrado este acuerdo de la paz que, espero de todo corazón, pueda ser implementado totalmente.

Váyase con la conciencia tranquila, presidente Santos. Algún día los colombianos se lo agradecerán, tal vez cuando sanemos en el alma. Buen viento y buena mar, Juan Manuel Santos.

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar