La banda presidencial

El presidente electo, Iván Duque, está buscando banda para posesionarse. Y le sobran tejedores que se la confeccionen. Que no le suceda como a Uribe, que en su segunda posesión la presidenta del Senado de entonces, Dilian Francisca Toro, se la puso al revés. Ella se excusó diciendo que era como si una mujer se hubiera puesto mal sus cucos. Desde entonces la postularon como ministra del Interior. De todos modos, por esa mala colocación, comentan algunos, surgieron los problemas del presidente Uribe en su segundo mandato.

Uno de los mandatarios que más usó una misma banda fue Jorge Holguín. La primera vez que se encargó de la Presidencia fue durante el quinquenio del general Rafael Reyes. Fue escogido por éste para reemplazarlo cuando la opinión pública le comenzó a dar la espalda. Reyes renunció el 13 de marzo de 1909, pero a las pocas horas reasumió.

Luego, cuando el mismo general Reyes se fue a la Costa en junio de ese mismo año y desde allá viajó a Europa, dejó su renuncia y lo reemplazó el mismo Jorge Holguín, quien estuvo hasta el 7 de agosto de ese mismo año cuando asumió, elegido por el Congreso, el general Ramón González Valencia. Este le mandó a decir a Holguín que si le podía prestar la banda para tomar posesión.

“Dígale a Ramón que le presto la banda, pero que la cuide mucho, pues tengo el presentimiento de que volverá a servirme dentro de pocos años”, le respondió Holguín.

Los “pocos años” fueron 12, en 1921, cuando por tercera vez llegó a Palacio para reemplazar a Marco Fidel Suárez, a quien le tocó retirarse del cargo cuando Laureano Gómez lo denunció por vender su sueldo a un banco extranjero.

Pues esa misma banda le sirvió al designado Roberto Urdaneta Arbeláez para posesionarse cuando reemplazó a Laureano Gómez. Urdaneta estaba casado con una hija de Carlos Holguín, hermano de Jorge, quien también fue presidente y debió usar la misma banda.

¿Dónde estará esa banda de tan buen augurio? De pronto la banda está borracha y ya no sirve para Duque.