La diferencia

Concretamente en el fútbol siempre se menciona aquello de marcar diferencia. Y después del primer juego por la final entre Huila y Medellín, quedó ratificado.

No es lo mismo para el cuadro opita jugar sin Champeta, que contar con su apetito goleador y su oficio para imprimir velocidad. Sin él, el plantel intenta disimular su ausencia con Carlos Rentería y la fogosidad de Belalcázar o la inteligencia del panameño Barahona, así haya estado más pendiente de Choronta Restrepo, un orientador del juego del DIM. Digo orientador porque me parece que no alcanza la estatura de un creador de juego, o al menos es la imagen que se tiene de un jugador que lleva el balón limpio o claro para sus delanteros. Pero Choronta sabe descongestionar el juego, conoce el arte de hacer pausa y busca apoyo hacia sus costados.

Para ratificar lo de Champeta y casi de carambola, el DIM cuenta con Jackson Martínez que marca diferencia. De ahí que la única vez que lo dejaron solo supo definir con serenidad y elegancia ante la salida y comprar parte del tiquete para la estrella. Por largos períodos el dueño del balón fue el Huila, lo cual necesariamente no alcanza para ganar, porque está aprobado que sólo se gana con goles y nada más. Aquello del dominio va adquiriendo cada vez más tintes de espejismo. Siempre ganan los prácticos, quienes, como el DIM, manejan acertadamente el contragolpe, y en eso Arias y hasta Valoyes —cuando entró— se la rebuscaron para ubicar a Jackson.

Jugar sin Champeta Velásquez es dar ventaja al rival. Es probable que esta tarde esté en el Atanasio Girardot, aunque la presión será para el Huila, y el DIM sepa sacar ventaja de ella. Además, ya tiene la experiencia de su último juego con el Pereira, cuando se durmió y permitió el empate del matecaña. La única forma de sostener una ventaja es continuar buscando aumentarla, sin darle respiro al contrario.

Hablando de Jackson, una de las figuras más valiosas del torneo, su futuro estará en el exterior. Irse al Asia puede significar para él y su equipo marcar enorme diferencia económica, pero Martínez debe comprender los riesgos de la aventura o alguien cercano y sincero debe comentárselos. Perderá presencia en nuestro medio, lo extrañaremos. Sufrirá como todos en el proceso de adaptación, claro que él y sólo él determinará si vale la pena la excursión.

Unas líneas para contar el inconveniente que vive Dimayor con el contrato que tiene vigente con Protabaco. Vence a finales de 2010 y la Ley Antitabaco empezará a regir en julio de 2011. Darlo por terminado debe significar un detrimento en las utilidades de la Dimayor. Nunca en 20 años hubo problemas y es de esperar una conciliación amable. La duda que asalta es saber si los presidentes de clubes abrieron los ojos para conocer de las cifras millonarias ofrecidas por Postobón o fueron enterados de los mecanismos para desbaratar un convenio casi que unilateralmente y de los perjuicios que reclama la tabacalera.