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Como si fuera una gran novedad, mediante investigaciones del FBI, se anunció el esquema de corrupción de la FIFA, dirigida por el intocable Joseph Blatter, el suizo que más que nadie conoce el teje y maneje del fútbol mundial.
Varios dirigentes de países latinoamericanos fueron señalados como integrantes de este esquema VIP, en una de la ONG’s más poderosas del mundo.
Es bueno recordar que en el Mundial de Brasil 2014, al contrario de lo que se esperaba, 98% de los US$11.000 millones para asumir este evento salieron del Banco Nacional de Desarrollo Económico Social (BNDES), con evidentes impactos en el diario de los brasileños, ya que el costo de vida en el país pasó a ser surreal.
Además de losgastos astronómicos se le exigió a Brasil la exención de impuestos durante doce meses a la FIFA y a sus patrocinadores, como Coca-Cola, y el cambio de una ley nacional para facilitar el consumo de bebidas alcohólicas en los estadios y así atender las demandas de uno de los principales promotores del evento: Budweiser.
El fútbol, entendido como “una escuela de la vida, sobre todo para niños que deben aprender a aceptar las derrotas con estilo y dignidad”, fue sustituido por el fútbol con la lógica de una empresa privada, y del capitalismo global en una oscura faceta Bajo la institucionalidad de una ONG internacional, aparentemente sin ánimo de lucro, la FIFA pasó a ser una defensora de los intereses transnacionales y agente de violación de derechos humanos en los países por donde pasa.
Una de las más recordadas “anécotas” del Mundial de Brasil 2014 fue la detención del socio de Philipe Blatter, sobrino de Blatter, por la venta ilegal de entradas en los partidos. Había sospechas de que Philipe Blatter y sus socios “vendían ingresos de cortesía que otorgaba la FIFAa precios que podrían llegar hasta 35 mil reales”.
La elección de Catar como sede del próximo mundial fue denunciada debido a la corrupción que supuestamente caracterizó este proceso. Y no solo eso, el maltrato a los obreros extranjeros para remodelar el país con vistas al Mundial 2022 es alto. Según la Confederación Sindical Internacional, el número de trabajadores inmigrantes muertos en Catar llega a 400 por año.
Mientras tanto, a los ojos de mundo, Joseph Blatter es reelegido presidente de la FIFA y Rusia y Estados Unidos intentan conceder al tema un componente geopolítico.
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