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La gobernabilidad y la oficina del presidente

Hernando Roa Suárez
09 de noviembre de 2011 - 12:03 a. m.

El estudio actualizado de la gobernabilidad, nos facilita organizar contemporáneamente la Oficina del Presidente.

Aportes a una debate (1)

Estamos ad portas de afianzar la civilidad, en medio de una sociedad amenazada por fuerzas ilegales integradas por la pseudo-guerrilla, el paramilitarismo, las bandas criminales y algunos actores políticos significantes que actúan -especialmente en diversas regiones colombianas- continuando prácticas caudillistas y populistas le han hecho un daño inmenso a la institucionalidad colombiana.

Reflexionemos con precisión sobre cuatro de las conceptualizaciones que vertebran este artículo. Entendemos que una precisa conceptualización debe ser una adecuada mediación entre la comprensión y la abstracción. Iniciemos con la ciencia política. Creo que ella es hoy una disciplina social que se ocupa del estudio sistemático del Estado; de la problemática de la legitimidad; de la estructura del poder; de la composición de las clases y estratos sociales; de la organización de los partidos políticos y movimientos sociales; de los procesos electorales; del funcionamiento de los grupos de presión; del proceso de la toma de las decisiones, del estudio de la gobernabilidad y de la problemática del liderazgo, en espacios y tiempos determinados.

¿Qué pensar sobre la gobernabilidad democrática? Ella es la capacidad del sistema político para ejecutar políticas públicas, dirigidas a la realización de un proyecto, que permita : i.-la satisfacción de las necesidades fundamentales de la mayoría de la población; ii.-asegure la estabilidad del orden político democrático; iii.-facilite una comunicación ética del gobernante con la comunidad; y iv.-permita una acción eficiente y eficaz.

La Oficina del Presidente. Es la dependencia de la Nación que tiene por objeto racionalizar y organizar la toma de decisiones, provenientes tanto del sistema político nacional como del internacional, y que deben ser objeto de definición por parte de la primera autoridad administrativa de la Nación. Esas decisiones son claves para el mantenimiento y desarrollo del sistema democrático, así como para la ejecución del Programa de Gobierno (2).  

Y: qué es un estadista en nuestros días? Como su nombre lo indica, es un hombre de Estado. Un ciudadano político, que tiene la capacidad comprensiva de los aspectos más significativos de las variables política, económica, social, cultural, ambiental y de la manera como deben dirigirse las relaciones internacionales, en el mundo contemporáneo. Contrario a lo que algunos opinan, no olvidemos que Colombia, dentro del contexto de América Latina, sí tuvo estadistas en el siglo XX. Tres ejemplos de ellos fueron: López Pumarejo y su primer gobierno (1934-38); Lleras Camargo y su período (1958-62); y Lleras Restrepo y su gobierno (1966-70). Ellos actuaron con el conocimiento, la grandeza, la delicadeza y la consagración que deben acompañar a quienes los colombianos honramos al designar como primeros mandatarios de la Nación.

La gobernabilidad y la Oficina del Presidente. Conocedores de la complejidad del proceso político colombiano, debemos tener presente que nuestra situación en el 2011 es diferente a la de 2002. Mejoramos la confrontación con las Farc, el Eln, y los paramilitares pero, si analizamos cuidadosamente indicadores sustantivos contemporáneos, encontramos que las diferencias existentes hace nueve años, entre los distintos estratos sociales, se han acrecentado.  Así mismo, observemos que la especificidad y gravedad del fenómeno parapolítico y de las actuales bandas criminales, inciden en la construcción de la paz y en el desarrollo político de nuestra democracia.

Ahora bien, uno de los temas actuales de la política y de la ciencia política es la comprensión de la organización y funcionamiento de las Oficinas de los Presidentes o de los Primeros Ministros. Si realizamos un análisis comparado de las decisiones de autoridad contemporáneas, que se toman en el interior de los gobiernos de EEUU, China, Francia, Inglaterra, España, Japón, Brasil, Venezuela y Chile, por ejemplo, encontramos organigramas, procedimientos y mecanismos con diversos grados de organización. Es notable cómo, gracias a la tecnología comunicativa y a la globalización de los últimos veinte años, las Oficinas a las que me he referido, se han actualizado y fortalecido.

Entonces, complementando el tema, me ocuparé a continuación de: los asesores de reflexión profunda; las funciones de la Oficina del Presidente; unas preguntas inquietantes; gobernar y comunicar; y la Casa de Nariño

Los asesores de reflexión profunda. Según la realidad hoy, es evidente que la magnitud de los problemas que el Presidente de Colombia tiene que resolver, es inmensa. Pienso que si se quiere acertar históricamente, no bastan su inteligencia, consagración, capacidad de trabajo y liderazgo. Me inclino a pensar que debe hacerse acompañar de un equipo tecno-político-académico e investigativo de pensadores de reflexión profunda y funcionarios con cualificada experiencia administrativa –especialmente pública– con visión internacional actualizada (3).

Este equipo tecnopolítico debe estar capacitado al más alto nivel intelectual y humano; integrado en equipo de trabajo interdisciplinario; identificado con las orientaciones fundamentales del gobierno y, sin protagonismo individual, para producir  información y conocimiento confiables para el proceso de la toma de decisiones por parte del Presidente de la República. Y :¿cómo percibo las funciones de la Oficina del Presidente? Enunciemos las siguientes: i. Categorizar las decisiones que acceden al Despacho  Presidencial y establecer protocolos que garanticen su calidad. ii. Diseñar, en coordinación con las instituciones respectivas, el manejo del Sistema de Inteligencia y Seguridad del Estado (S.I.S.). iii. Presentar, en coordinación con el Departamento Nacional de Planeación (D.N.P.), los informes técnicos sobre la formulación, implementación y evaluación de las políticas públicas, con sus correspondientes planes, programas y proyectos. iv. Sistematizar la labor ministerial e inter-ministerial con la Presidencia de la República; y v. Organizar la Oficina de Comunicaciones de la Presidencia, al más alto nivel tecnológico y profesional, facilitando la comunicación entre el jefe de Estado y el sistema político nacional e internacional.

Preguntas inquietantes. Podría argüirse que conformar este grupo es costoso, si se gastaran, por ejemplo, 3.600 millones de pesos, en diez profesionales, por año. Sin embargo, preguntémonos: ¿Cuánto le ha costado, y le cuesta al país, la designación de Jefes de Estado y funcionarios públicos que no estaban adecuadamente preparados para el ejercicio del poder? ¿Cuánto le puede costar a nuestra economía el manejo equivocado que se ha dado a algunos aspectos del proceso de la negociación del T.L.C.?

¿Cuánto le ha significado al Tesoro Nacional las  decisiones erradas en materia de contratación pública, por ignorancia y/o manejos politiqueros, indelicados y fraudulentos, en el período 1970-2010? ¿Cuánto ha perdido el sector agropecuario colombiano, como consecuencia de las orientaciones de la apertura económica, y del manejo de las políticas públicas respectivas? ¿Cuántos billones de pesos se han perdido y/o dejado de ganar, por los errores históricos cometidos en materia de políticas cafetera y petrolera, y del manejo de las relaciones internacionales (1946-2010)?

¿Podrá hablarse de democracia participativa en el siglo XXI, sin disponer de equipos de tecnócratas y burócratas, muy bien calificados, que den información técnica y administrativa al Presidente de la República para la toma de decisiones integrales? El lector sabrá -con propiedad- formularse preguntas adicionales al respecto.

Gobernar y comunicar. Sabemos hace años que información es poder, y que sin información confiable no es posible un ejercicio eficaz y eficiente del mismo. Científicos, políticos y asesores gubernamentales occidentales, de la más alta categoría, han destacado especialmente, desde mediados de los 60’s del siglo XX hasta nuestros días, la trascendencia que tiene, para la misión y capacidad de gobernar, la función comunicativa. Me inclino a pensar que, para mejorar esa capacidad, es conveniente reorganizar dicha Oficina. Creo que cuando la política es usada para consolidar la participación societal y fortalecer las instituciones democráticas, contribuye a impulsar los procesos de desarrollo. Un presidente que quiera acertar y merecer el reconocimiento histórico de sus gobernados hoy, debe crear condiciones para que la política facilite la comunicación entre los distintos estamentos y la ciudadanía, haciendo efectiva la presencia del gobierno en la vida social y  produciendo consensos que impulsen la construcción de sujetos sociales, capaces de concretar un desarrollo sostenible para Colombia.

La Casa de Nariño. De gran utilidad para el análisis, se me presenta la actual  conformación del equipo tecno-político integrado por el Presidente Santos. Para colaborar directamente con su gestión, tiene el Secretario General, el Secretario Privado y la Secretaria del Consejo de Ministros, acompañados de cuatro Altas Consejerías: Para el Buen Gobierno; para la Gestión Pública y Privada; para Asuntos Políticos; y la de Programas Especiales a cargo de la Primera Dama. Nótese que estos funcionarios, son altamente preparados y  poseen cualificada experiencia y vinculaciones para el ejercicio de la función pública.

De lo expuesto sobre la Oficina del Presidente quisiera enfatizar que: i. Las conceptualizaciones básicas empleadas, nos permiten manejar el tema planteado. ii. La comprensión de su estructuración y funcionamiento, es un tema vital para la organización del proceso de la toma de decisiones. iii. Debe ser una dependencia ejemplar dentro del sistema político-administrativo colombiano, para facilitar la gobernabilidad democrática. iv. El análisis de las funciones y los perfiles, referidos a los asesores de reflexión profunda, es clave para la gestión presidencial.

v. Un camino adecuado, para impulsar buenos gobiernos, es conformar y equipar técnicamente, la citada Oficina; y vi. El conjunto de los instrumentos tecno-sociales disponibles en nuestros días y sus posibilidades de aplicación para el conocimiento y puesta en práctica de la política estatal y gubernamental, son decisivos para implementar la comunicación y el control, así como para facilitar que la mayoría de los estamentos participen activa y éticamente en la vida política nacional.

Parece evidente que la Oficina del Presidente en nuestro país, debe organizarse de tal manera que se facilite la toma de decisiones eficiente y eficaz, sin imprudencias, bandazos e improvisaciones, que desdicen de la forma y el fondo como debe ejercerse el poder, en un régimen presidencial. Quien examine los actuales asesores del Presidente encontrará que nunca en la historia de Colombia había sido tan bien asesorado. Esperemos los resultados, con dimensión de profundidad.

roasuarez@yahoo.com

1. Extractos de la presentación del libro: LA GOBERNABILIDAD, HOY, presentado en el auditorio Luis Carlos Galán de la Facultad de Derecho de la Universidad Javeriana en Bogotá, Octubre 5 de 2011. El prólogo del libro fue elaborado por Rafael Pardo Rueda.

2. La creación de la Agencia para la Prosperidad Social (noviembre de 2011) es una decisión sustantiva para cristalizar aspectos básicos de la gobernabilidad democrática.

3. Perfiles del equipo tecnopolítico, se encuentran en las páginas 90 y 91 del texto del autor: LA GOBERNABILIDAD, HOY.

Bibliografía del autor sobre el tema

A propósito del Estado y la gobernabilidad contemporáneos. Una aproximación. Cátedra de Colombia. ESAP Publicaciones. Bogotá, 1994. La reforma del Estado y la gobernabilidad en Colombia. CLAD. Caracas, 1996. Estado y gobernabilidad. Fescol- GTZ. Giro editores. Bogotá, 1999. Liderazgo, gobernabilidad y paz. Universitas. Universidad Javeriana. Facultad de Derecho. Número 105. Bogotá, 2003. Liderazgo político y gobernabilidad democrática. Esap- Unión Europea. Bogotá, 2003.  Estado y gobernabilidad. Revista Universitas. Número 110. Javegraf. Bogotá, 2005. Política, estado, gobernabilidad y democracia. Aplicaciones a Colombia. Cátedra inaugural. Maestría en gobernabilidad y democracia. Universidad Santo Tomás. Bogotá, 2010.

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