Publicidad

La inhumanidad de las políticas en los tiempos del COVID-19

Fernando Galindo G.
04 de junio de 2020 - 03:10 p. m.

El pasado 9 de abril, los oficiales de derechos humanos de las Naciones Unidas recalcaron la importancia de proteger los derechos de las personas, “durante el brote de COVID-19”. Colombia adhirió en 1948 a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que en el Artículo 23 consagra que “toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo. A condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo”. No obstante, las últimas decisiones del gobierno, anunciando la prolongación del encarcelamiento domiciliario para la población adulta hasta el 31 de agosto, va en contravía de los derechos humanos que, supuestamente, los gobiernos colombianos se comprometieron a proteger.

“Creo que los mayores de 70 años debemos organizarnos ya como movimiento político de autodefensa para no volver a elegir mocosos abusivos de nuestros derechos y para que no sigan llamándonos abuelitos cuando nos privan de libertad”, expresó el exministro Rudolf Hommes, en su cuenta de Twetter.

El columnista Alvaro Forero T, agregó: “ojalá a los gobernantes no les quede gustando el papel de dictadores al que han jugado durante este golpe de estado a los derechos más mínimos de los ciudadanos”.

En su columna de El Tiempo, “Paliza a un setentón”, (27-05-20), el exfiscal Alfonso Gómez M. comentó que el ciudadano Novoa fue golpeado brutalmente por la fuerza pública, al revelarse contra la cuarentena por 'estado de necesidad'. Salió a trabajar para 'no morir de hambre' ". Finalizó sentenciando que “la urgente necesidad de combatir este flagelo (COVID-19), no puede ser un pretexto para cometer atropellos o abusos de autoridad ni para someter las libertades individuales a innecesarias limitaciones”.

El señor Novoa, humilde vendedor ambulante, se ha convertido en el símbolo de la “desobediencia civil” y en militante del movimiento político de autodefensa convocado por el intelectual Hommes. Ambos, coligados desde sus respectivas orillas, para luchar contra las medidas dictatoriales, descritas por el columnista Forero T.

Por otra parte, el exministro Jorge Humberto Botero precisó: “No es el coronavirus el causante del hundimiento de la economía. Pudimos haber optado por una política de salud pública distinta: dejar que la epidemia se expandiera sin obstáculos, generando la inmunidad de la gran mayoría de la población, y preparándonos para recibir en los hospitales a aquellos, relativamente pocos en relación con la población general, cuya vida la enfermedad ponga en riesgo. En este escenario, el daño a la economía y al empleo habrían sido mínimos". Añadió: “las restricciones a la circulación requieren un fundamento normativo. La orden consistente en que cuando todos los demás puedan salir, los mayores de sesenta (o setenta, da igual) debamos permanecer en nuestras casas, tugurios o debajo del puente. ¿A cuenta de qué? Es verdad que somos más vulnerables, pero no más contaminantes. Si nos pueden encerrar para protegernos, igual podrían obligarnos a bajar de peso, a abstenernos del licor (o del sexo), a hacer ejercicio, a rezar el rosario…Tenga presente el Gobierno que la libertad es un derecho fundamental del que también los ancianos somos titulares. Mientras no perjudiquemos a otros podemos hacer con nuestras vidas lo que nos venga en gana. (“Atenuar los daños”, revista Semana, 20-05-20).

La nueva extensión cuarentenal no es para proteger a los adultos mayores, sino para violar sus derechos fundamentales consagrados en la Constitución Nacional, como el derecho al trabajo. Le falta claridad al Gobierno sobre la verdadera razón: ¿no es acaso el temor a que las EPS se vean obligadas a cumplir con su deber de proveer la salud a los afiliados, que sistemáticamente siguen negando, como lo han denunciado el alcalde de Cartagena y los directores de hospitales y clínicas, en todo el territorio nacional?

Parche.I. La Corte Constitucional, al examinar los decretos de la emergencia social, dictaminará su exequibilidad, desde la perspectiva de los derechos fundamentales de los colombianos.

Parche II. La “desobediencia civil” que se avecina la generó el gobierno por sus inequidades con los adultos mayores.

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar