La mala fe del Gobierno

Patricia Lara Salive
21 de junio de 2019 - 06:00 a. m.

Han estado plagadas de mala fe las respuestas del Gobierno a las entrevistas que en CNN y Blu Radio dio Sergio Jaramillo, uno de los más duros negociadores con las Farc.

Mientras que el alto consejero, Emilio Archila, señaló que “si la investigación contra Santrich por narcotráfico fue un ‘entrampamiento’, como lo afirmó Sergio Jaramillo, que presente las pruebas que tiene ante la Fiscalía General”, Jaramillo lo que dijo fue que el exfiscal Néstor Humberto Martínez, en entrevista con Yolanda Ruiz (que vale la pena escuchar), “reconoció que (la de Santrich fue) una operación de entrampamiento” y que “la Fiscalía no participó en la principal operación donde recogieron la evidencia”, lo cual “es completamente ilegal en Colombia”.

De modo que a quien debe pedirle Archila que presente esas pruebas es a NHM, y no a Jaramillo.

Y mientras la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, refiriéndose a Jaramillo, afirmó que “hay personas que nos están contando hoy su cercanía personal con el señor Santrich y siguen convencidos de que es una santa paloma”, Jaramillo lo que dijo fue: “Supongamos que Santrich es culpable y que todo lo que está diciendo la DEA es cierto...”. Eso sí, preguntó: “¿Por qué los americanos no realizaron esa operación con los grupos que la DEA tiene para eso en Colombia, en cooperación con el CTI de la Fiscalía General y con la Policía Judicial? ¿Y quién fue el que decidió que había que realizar una operación de entrampamiento contra Santrich?”.

Apreciada vicepresidenta, por favor conteste esas preguntas concretas porque ¡sospecho que tienen que ver con eso que llaman soberanía nacional!

Y después Jaramillo agregó: “Uno hace una operación de entrampamiento contra una organización de crimen impenetrable, cuando quiere derrumbarla y no consigue la evidencia para hacerlo. Pero Santrich no había estado en el tema de la droga, jugó un papel muy menor en el conflicto y subió su perfil por el papel muy importante que jugó en la negociación”. Y añadió: “Si uno sabía cómo funcionaban las Farc, era obvio que el efecto que iba a tener esa operación iba a ser devastador sobre la estabilidad del proceso, porque la gente de las Farc que, a diferencia de Santrich, sí estaba en la guerra y sí estaba metida en los asuntos de la coca iba a pensar: ‘Oiga, si a Santrich le metieron semejante operación, entonces imagínense a nosotros’. Y claro, vino el pánico, y media docena de comandantes de primer nivel salieron corriendo”.

¿Entonces quiénes querían hacer volar en pedazos el proceso de paz, doctores Archila y Ramírez?

Esa es la pregunta que las autoridades están obligadas a responder.

Y lo otro que hay que contestarle a Jaramillo es ¿por qué el Gobierno está haciendo tan poco para cumplir los puntos diseñados para garantizar la no repetición de la violencia? ¿En qué va la implementación de la reforma rural integral? ¿Cuántas hectáreas se han distribuido a los campesinos de los tres millones que, según el Acuerdo, hay que repartir? ¿Y cuántas se han formalizado de los siete millones que hay que formalizar?

El presidente Duque le respondió a Jaramillo que “ante la calumnia la mejor respuesta son los resultados”. ¿Cuáles son los resultados sobre esos puntos, presidente? ¿Y cuáles son los que se refieren a la protección efectiva de líderes sociales y excombatientes de las Farc (han asesinado a siete en la última semana), la cual debería traducirse en ausencia de muertos?

Esperamos sus respuestas concretas, presidente.

www.patricialarasalive.com, @patricialarasa

#AdiósALaGuerra

 

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