La “mala leche”

David Yanovich
18 de junio de 2019 - 05:30 a. m.

En muchas ocasiones, cuando los medios tradicionales publican noticias o análisis positivos en relación con las principales empresas del país, la reacción es negativa. Suele haber una falta de confianza en lo que se está exponiendo, un “hay algo que no nos están contando”. La palabra “publirreportaje” es utilizada de manera bastante recurrente cuando se destaca una noticia positiva empresarial.

¿A qué obedece este sentimiento de creer que lo que hay detrás es plata, interés o poder? ¿No cabe la posibilidad de que efectivamente haya noticias positivas, sin más ni menos, que merezcan la pena ser destacadas?

Aquí parece haber varios temas que se entrelazan. Uno tiene que ver con la percepción de que los empresarios son parte de la élite que gobierna un país. Otro tiene que ver con la credibilidad de los medios. Y uno más con la desigualdad y la falta de movilidad social. Todos estos elementos contribuyen a que una noticia positiva en relación con una empresa genere muchas veces más rechazo que solidaridad.

Es posible que la falta de confianza con los empresarios sea parte de una tendencia más amplia de desconfianza frente al sistema y las instituciones. El auge de caudillos y el populismo son una consecuencia de esa desconfianza, y por ahí derecho se meten al mismo costal a los empresarios de las principales compañías del país.

El rechazo al statu quo, al establishment. Pero esto no parece generar mucha preocupación. Si bien en la última encuesta de PwC a los principales CEO, tanto en Colombia como a nivel global, la inestabilidad social y el populismo puntean la lista de las preocupaciones, no se menciona directamente la falta de confianza en el sector privado como un elemento relevante.

Puede que este tema no esté en el radar de los empresarios. Pero bien harían en tenerlo. La percepción pública de las empresas, en un mundo donde la información es cada vez más fragmentada y su influencia más atomizada, es un tema de altísima relevancia para el desempeño empresarial.

Esto también ha afectado de manera directa la credibilidad de los medios tradicionales, que a su vez también se perciben como parte de esa élite. Es tal vez por ello que las noticias empresariales positivas sean criticadas y no creíbles.

Y no es que los empresarios se hayan quedado en que la función de una empresa es simplemente maximizar rentas. Esto se superó hace rato. Hoy en día el ecosistema empresarial tiene más influencia e impacto que simplemente el dividendo. El progreso social, la relación con sus trabajadores y el bienestar general de la comunidad que rodea a las empresas ya están incorporados como objetivos de gran importancia en la agenda de empresarios y juntas directivas. Por lo menos en aquellas empresas con los más altos estándares de administración y responsabilidad social.

Pareciera ser que existe una desconfianza generalizada —con sus excepciones, por supuesto— entre el empresariado y la opinión pública, y se juzgan algunas noticias positivas con una alta dosis de “mala leche”. En otras latitudes hay empresarios que son una especie de estandarte de la sociedad, algo a lo que se aspira a ser. En Colombia aparentemente esto ocurre en contadas ocasiones. En buena medida, porque la comunicación parece no estar funcionando. Los empresarios deberán buscar otros canales a través de los cuales puedan dar a conocer lo que hacen, y que les crean.

 

También le puede interesar: "La Copa América que Colombia ganó en medio de la guerra"

 

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar