La mentira se convierte en el orden del mundo

Columnista invitado EE
21 de febrero de 2019 - 12:57 a. m.

Frase del libro del Proceso de Kafka.
Por: Patricia Suárez

La palabra es acuerdo vinculante desde el momento en que se dio nombre a las cosas, es verdad y pacto, en la construcción de la cultura, es tradición y resguardo de doctrinas, credos, filosofías, pensamiento, es el verbo de la humanidad creadora que en su trasegar se asume y se define a través de metáforas y consabidos. Cuando la palabra pierde sentido y se rompen los acuerdos de sus significados porque los intereses de grupos y cofradías así lo ordenan, la verdad se revela objetiva y múltiple porque múltiple son sus requerimientos.

Sobre la página en blanco del ordenador el nombre de un ciudadano honrado aparece, humanista que ha mostrado su talente, gestor disciplinado, soñador de presentes y futuros, amigo de la gente, sin manoseo conceptual, halago o sonrisa falseada y funcional que a los agudos no engaña, solo a los ingenuos y tal vez por la orfandad intuitiva que la razón occidental sepultó y solo poetas, escritores, artistas mantienen gracias a ese creador misterio que decreta, anuncia, propicia. No es gratuito que el arte se haya adelantado a la ciencia.

La hondura de un hombre que no vacila en defender el amor a sus hijos, a los valores no negociables para enfrentar sin miedo, ni eufemismos, los cóncavos espejos donde los esperpentos se mezclan en sus deformidades morales y demagógicas, siendo este perseverante, anclado a su tierra, a sus principios, como raíz de árbol comunicante, solidario, dador, pulmón y fuerza, lúcido frente a la acción política y defensor decidido de los derechos humanos. Su desempeño como director del Canal Capital mostró una gestión eficiente en términos de mejorar la calidad de los contenidos, la cobertura de la audiencia y el manejo impecable de los recursos puestos a su disposición. En el Concejo de Bogotá hace una oposición coherente y de principios. Lucha por lograr una mejor movilidad para la ciudad de Bogotá de forma intensa y fundamentada.

El espectáculo mediático de dos mujeres de la Colombia Humana en contra del señor Hollman desnuda los mismos vicios, formas y lenguajes por el poder, recurren al impacto, sin asomo de renovación mental, conceptual, ignorando la sistémica gravedad de los problemas de la nación y sin importarles los hijos de Morris, ni la señora Casas.Sus declaraciones son copia verbal, no crean, ni reflexionan, porque para hacerlo se necesita valor, conocimiento, osadía, riesgo, ser creador, no solo figurines movidos como péndulo de mecanismos caducos, haciendo eco a los enemigos políticos de su movimiento. Intuyo rapiña por el poder dentro de la Colombia Humana.

Que la Colombia Humana saque de la contienda electoral y permita se vulnere la credibilidad e imagen del candidato, no solo traiciona postulados humanistas, debilita al movimiento dentro de la correlación de fuerzas en su lucha de contrarios. Queda entonces a la militancia evaluar desde lo sistémico con una visión amplia, plural y estratégica, si acepta el amarrado-político-intrigante y el funcional-mito de que por sermujeres son veraces. Olvidar un no rotundo ante el carnaval siniestro de lo que ha sido la mentira y la corrupción en Colombia, tendrá un alto costo no sólo Político.

Queda soñar que MAIS de ancestrales conocimientos, cosmovisión de sagrado respeto por el entorno, logre tener un alcalde inteligente, creativo, rico en acumulados en pro de la gente, su bienestar, su conciencia, la necesidad urgente de educación política y de una asignación en el currículum educativo, desde la niñez, para la igualdad de géneros y por supuesto desde la filosofía feminista, que no excluye al hombre, ni a las nuevas feminidades, y busca la armonía humana, imperativo que puso en labios de Adriano la escritora Margaritte Yourcenar:

“La fuerza constituye la base, rigor sin el cual no hay belleza, la firmeza sin la cual no hay justicia, la justicia es el equilibrio de las partes, el conjunto de las proporciones armoniosas que ningún exceso debe comprometer. Fuerza y justicia son tan sólo un instrumento bien acordado en manos de las musas. Toda miseria, toda brutalidad, debe suprimirse como tantos otros insultos al hermoso cuerpo de la humanidad. Toda inequidad es una nota falsa que debe evitarse en la armonía de las esferas”

Brindo por la inteligencia unida a la creatividad y el conocimiento al servicio de todos, la que reduzca la angustia del ciudadano de hoy que no solo obedece a razones filosóficas o ideológicas sino a la cotidiana movilidad donde contaminación y locura son el escenario y por fin sea un hecho El Metro Subterráneo

 

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