La pandemia acelera los cambios en el trabajo

Antes del Covid ya sabíamos que el mundo del trabajo se estaba transformando a pasos de vértigo en la medida que la adopción de nuevas tecnologías y nuevos modelos de negocios crean nuevas ocupaciones y desplazan las tradicionales. ¿Serán más los nuevos puestos creados que los destruidos? ¿Podrán trabajadores y empleados desplazados rehacer sus vidas laborales?

La pandemia, por sus impactos en la salud y la economía, no solo ha disparado el desempleo masivo en vastos sectores productores de bienes y servicios, contribuyendo a aumentar las desigualdades sociales y económicas preexistentes. También ha acelerado la adopción de distintas tecnologías (automatización y robotización, inteligencia artificial, impresión 3D, por ejemplo) que anticiparán los cambios en el mundo laboral y en la forma en que vivimos con mas rapidez aún.

En días pasados Bill Gates dio algunas puntadas: el mundo laboral pos-pandemia se caracterizará por un considerable aumento del teletrabajo. Los empresarios visionarios han entendido la oportunidad de reducir sustancialmente costos sin desmedro en la calidad del trabajo y con menos empleados. El viejo prejuicio empresarial de tener a la gente a la vista so pretexto de poderla controlar ha sido barrido durante los meses de pandemia gracias a las virtudes del trabajo virtual y colaborativo. La presencialidad en las oficinas se reducirá notablemente.

No estar atado a lugares físicos para poderse comunicar también tendrá consecuencias demográficas: habrá desplazamiento hacia centros urbanos mas pequeños. En Colombia eso significaría que, dadas las condiciones de trabajo virtual, haya, por ejemplo, migraciones de empleados desde Bogotá a ciudades intermedias y pequeños municipios (dotados, sí, de conectividad) en busca de mayor calidad de vida con menores costos.

El Foro Económico Mundial, en su último Informe sobre el futuro de los trabajos, da elementos para ubicar las predicciones de Gates en el universo de los trabajadores de cuello blanco, cuyas ocupaciones son las más propensas a la digitalización y el trabajo remoto.

Sin embargo, la adopción de nuevas tecnologías, acelerada en el fragor de la pandemia, ha hecho mas vulnerables a trabajadores de múltiples sectores. A escala global, el FEM estima que se requiere reentrenar a mil millones en todo el planeta; por los impactos de la pandemia, ello será mas difícil. Las nuevas tecnologías, causantes del desplazamiento, también pueden ser la palanca para nuevos aprendizajes de parte de los trabajadores.

El entrenamiento en línea está llamado a jugar un papel primordial para la adquisición de nuevas competencias. Sin embargo, si bien la voluntad de los individuos es crucial, el FEM considera que empresarios y gobiernos son determinantes a la hora de promover programas para transformar la fuerza de trabajo. Coaliciones público-privadas serán necesarias.

Flexibilidad, capacidad de trabajar y aprender de manera autónoma y en contextos colaborativos, tolerancia al estrés, pensamiento crítico, son competencias primordiales “transversales” que las nuevas realidades laborales demandan.