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Construir democracia

La política es la más bella de las vocaciones

Hernando Roa Suárez
31 de marzo de 2021 - 03:00 a. m.

Prescindir de la política es abrir las puertas a regímenes de facto y dictatoriales.

Al reflexionar en torno a las actividades humanas, en­contramos que una de las más significativas, decisiva y antigua, es la políti­ca. Si pensamos en su precisión conceptual, conocemos que ya hace 2.500 años, en Grecia, se consideraba como: “El arte de gobernar, como el arte de realizar el bien común”. Pensando en esta especificidad, sabemos que la labor política es fundamental para la realización de todo ser humano, en la medida en que es una de las concreciones de su ser social. Porque somos seres sociales debemos realizarnos con los otros, y ello es viable en la medida en que contribuyamos a nuestra realización política. Mas esta po­sibilidad exige estudio, dedicación, cuidado, compromiso y conciencia crítica frente a una realidad cambiante que se nos presenta, ingenuamente, como acabada, definida y organizada.

Serios pensadores de la talla de Sócrates, Platón, Aristóteles, Cicerón, Marco Aurelio, san Agustín, santo Tomás, Dante, Maquiavelo, Lutero, Calvino, Hob­bes, Locke, Montesquieu, Rousseau, Burke, Bentham, Tocqueville, John Stuart Mill, Hegel, Spencer, Marx, Lenin, Keynes, Weber, Kautsky, Cole, F. D. Roosevelt, Pigou, Freud, Einstein, Habermas, Fromm, Morin, Rawls, Sachs... Políticos de la talla de De Gaulle, Churchill, Adenauer, Röpke, Merkel, Kennedy, Kruschev, Gorbachov y Obama… Y entre nosotros, en el siglo XX: Rafael Uribe Uribe, Manuel Murillo Toro, Alfonso López Pumarejo, Darío Echandía Olaya, Jorge Eliécer Gaitán, Alberto Lleras Camargo, Carlos Lleras Restrepo y Luis Carlos Galán… se constituye­ron con sus reflexiones, aportes y escritos, en ejemplos magníficos de que es posible compatibilizar la política con la ética.

Presentando algunos casos específicos de líderes políticos dignos de ser estudiados y releídos en el siglo XX y en Occidente, recordemos, en primer lugar, que Charles de Gaulle fue un gobernante que demostró, desde sus años juveniles, la importancia de combinar el estudio con la inteligencia, la disciplina, la es­trategia y el amor a Francia para llegar a ser un estadista y humanista, con magnífico dominio de la palabra hablada y escrita(1).

Consagrados a la reconstrucción de los ideales cimeros alemanes, es edifi­cante recordar la dedicación de Konrad Adenauer, Ludwig Erhard y Wilhelm Röpke… para avanzar en la concreción de su proyecto político designado “La sociedad formada” (Formierter Gesellschaft). Asimismo, se me presenta digna de estudio en nuestros días, por su consagrada labor política, la vida y obra de la señora Angela Merkel.

Complementariamente: ¿cómo olvidar el cuidado y la responsabilidad política con que trabaja­ron John F. Kennedy y Nikita Kruschev en 1961, frente a la crisis de los misiles en Cuba, que amenazó seriamente con desatar la Tercera Guerra Mundial?(2).

Ahora bien, recordemos que la política como arte exige originalidad, belleza, transmisión de senti­mientos y capacidad para emocionar, en un contexto histórico y cultural determinado. Ella se me presenta como una experiencia vital que enriquece lo humano y que, a través de su ejercicio, puede llegar a conmovernos inten­samente. Ejemplos precisos de esta práctica de la política fueron las intervenciones de Ra­fael Uribe Uribe: La oración por la igualdad; La oración por la toleran­cia (1898); y El socialismo de Estado (1904). De Alfonso López Pumarejo: Discurso de aceptación de la candidatura liberal para el periodo 1934-1938 (1933); Intervención en el Congreso el 20 de julio de 1938; y Discurso en la Universidad Nacional con motivo de su condecoración y antes de viajar a Londres como Embajador de Colombia (1959). De Darío Echandía: La refor­ma agraria de 1936, Cámara de Representantes, Ley 200 de 1936; Manuel Murillo Toro, el político del Olimpo Radical (noviembre 1, 1965)(3). De Jorge Eliécer Gaitán: Discurso programático: No creo en el destino me­siánico de los hombres (1946); Oración por la paz (febrero 7, 1948); y El silencio es grito (febrero 15, 1948). De Alberto Lleras Camargo: Santander (mayo 6, 1940); ¡López sí! (mayo 18, 1940); Discurso de posesión a la Presidencia de la República, 7 de agosto de 1958; y La política y las fuer­zas armadas (diciembre 15, 1959)(4). De Carlos Lleras Restrepo: Discurso en el entierro simbólico de Jorge Eliécer Gaitán en el Parque Nacional (1948); Discurso de posesión a la Presidencia de la República, 7 de agosto de 1966(5) … Y de Luis Carlos Galán: Nuevo liberalismo para una Colombia nueva (1981); Discurso en la Convención Liberal Nacional en Cartagena; Que el Partido Liberal sea el partido del pueblo; Caminos para el Comercio Mundial; y Los 90 una Década de Esperanza(6).

Pensando en prácticas políticas realizadas por estadistas colombianos, conviene hacer memoria del proceso de descomposición de las costum­bres democráticas, en que desembocó la dictablanda rojista (1953-1957). Frente a ella, está para la historia, el compromiso con los ideales de la democracia, encar­nado por el liderazgo político y ético de Alberto Lleras Camargo. Él descen­dió de los riscos uniandinos para convocar a un proceso que permitió re­cuperar la institucionalidad y transparencia de la que deben estar dotados los procesos políticos.

Asimismo y como fue rememorado en diversos textos y eventos en 2008, con motivo de su centenario, tenemos el ejemplo de la conciencia crítica ejercida por el Señor Presidente Carlos Lleras Restrepo en su ejercicio del poder(7). Sabemos que se preparó desde joven para gobernar y, conocedor de los graves errores cometidos por sectores elitistas de la política colombiana, preparó y concretó la más importante reforma político-administrativa del siglo XX (1968)(8), que permitió actualizar al Estado y acercarse con eficiencia y eficacia a la práctica de la política social, diseñando un Plan de Desarrollo que busca­ba la redistribución del ingreso y el fortalecimiento de la más importante institución política: el Estado, aplicando orientaciones neokeynesianas con conciencia crítica(9).

El análisis histórico de estos líderes políticos y sus respectivos procesos, nos indica cuán importante es en nuestros días recuperar la labor política centrada en la institucionalización de los valores democráticos participa­tivos y éticos. Las prácticas ejercidas por más del 40% de los congresistas de la República (2017), nos muestran que han sido electos por procedimientos amañados y parecería que desean permanecer en ellos. De allí, la urgencia de recuperar el ejercicio del arte de gobernar.

En nuestros días: ¿no habrá llegado el momento de enfrentar los peligros de nuestra democracia, y seguir promoviendo una gran coalición que despierte, otra vez, la mística por la práctica de una política comprometida con la implementación del proceso de paz, la justicia social y el fortalecimiento de nuestras instituciones democráticas?

Recordemos que la política seguirá siendo la más bella de las vocaciones, cuando se ejerce con eticidad, consagración y sentido de la historia. La situación contemporánea de Colombia puede constituirse en un momento estelar para el futuro político de nuestra democracia, si sabemos cristalizar la coalición necesaria y al frente de ella elegimos un jefe de Estado que tenga responsabilidad histórica y sentido de grandeza. Inspirado en la Constitución del 91, debe ejecutar el programa acordado.

roasuarez@yahoo.com

Referencias

1. Me permito insinuar la lectura de sus tres tomos sobre: Memorias de guerra. 1940-1946. Luis de Caralt Editor. Barcelona, 1960-1963, y específicamente la síntesis que plasma en el tomo 3, pp. 317 – 321.

2. Para una comprensión del liderazgo y gobierno del Presidente Kennedy, véanse: Los mil días de Kennedy. Arthur M. Schlesinger, Jr., 1966, Ayma, Barcelona, pp. 117-222, 371-453, 633-749. Y: Kennedy. El hombre, el presidente. Theodore C. Sorensen, 1966, Grijalbo, Barcelona, T1, pp. 3-126; 370-488.

3. Véase del autor: Darío Echandía Olaya. Colombiano ejemplar. Academia Co­lombiana de Jurisprudencia, Universidad Libre. Panamericana, Bogotá, pp. 63-141.

4. Para un conocimiento apropiado de los escritos fundamentales de Alberto Lleras, véanse los cinco tomos de sus Obras Selectas. 1987. Biblioteca de la Presidencia de la República y la edi­ción posterior elaborada por Villegas Ediciones, Bogotá.

5. Para un conocimiento apropiado de los escritos fundamentales de Carlos Lleras Restrepo, véase su obra completa patrocinada por la ESAP.

6. Para un estudio cuidadoso de la vida y pensamiento de Luis Carlos Galán, véase del autor: (2014) Luis Carlos Galán. Un Demócrata Comprometido. Prólogo Carlos Gustavo Cano. 2ª. Edición. Universidad Javeriana, Compensar. Grupo Editorial Ibáñez. Bogotá.

7. Un camino apropiado para conocer en detalle su talante de estadista, puede confirmarse con la lectura del Capítulo I del libro de Guillermo Perry: Decidí contarlo. (2019). Debate, Bogotá, pp. 25-53.

8. No debe olvidarse la importancia de la Reforma Constitucional impulsada por López Pumarejo en 1936, cuando Colombia ingresó, tardíamente, a la modernidad.

9. Como ejemplos del grado de corrupción al que ha llegado la práctica de la política en Colombia, véanse: Los dos programas de Vicky Dávila (sep. 23 y 24 de 2019), sobre Cartagena, transmi­tidos por La W; la Revista Semana, edición 1951, el artículo de María Jimena Duzán: “Los que van a ganar”; y las páginas 42 a 47 de esa edición. Compleméntese con la entrevista concedida en Caracas a Vicky Dávila por Ada Merlano en febrero de 2020.

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UJUD(9371)31 de marzo de 2021 - 05:05 p. m.
Estos buenos deseos los llevamos soñando más de 200 años, pero históricamente en nuestro país se logró la independencia pero no igualdad, el ciudadano nunca ha sido tenido en cuenta por los políticos y a los que nos han impuesto como estadistas de eso nunca han tenido y vea el atraso y violencia en que nos mantienen.
Periscopio(2346)31 de marzo de 2021 - 02:02 p. m.
La política no es la más bella de las vocaciones sino la más lucrativa, pero a condición de ser ejercida de manera corrupta, porque es la peor de todas cuando se es un político honesto. La implacable batalla de los corruptos contra el honorable GUSTAVO PETRO lo demuestra.
Giovanni(38945)31 de marzo de 2021 - 01:34 p. m.
Bella?...vocación?... es la más corrupta de las actividades humanas!... hacerse funcionario para vivir de El Estado, devengando salarios que ellos mismos se incrementan. Es la más vil, sucia y trapera de las profesiones si se puede catalogar como tal.
  • Giovanni(38945)31 de marzo de 2021 - 01:36 p. m.
    Y para completar le heredan a sus vástagos la corruptela, contratos, puestos públicos...bella?...podrida.
Hernando(84817)31 de marzo de 2021 - 01:20 p. m.
La Retorica es excelente para construir discursos como este. Siquiera no menciono a los últimos gobernantes porque hubiera sido un completo desastre: No hay nada que mostrar.
Gonzalo(25772)31 de marzo de 2021 - 01:18 p. m.
sera? pero esta llena de corruptos.
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