La política y la capital

Francisco Leal Buitrago
03 de octubre de 2019 - 05:00 a. m.

En el país, la política ha mantenido el primer plano noticioso en los últimos años y en este año electoral se incrementó a raíz de campañas tempraneras. El constante asesinato de líderes populares —y ahora de candidatos— no da tregua, bajo un Gobierno incapaz de controlarlos. Además de la inexperiencia presidencial, sobresale su viajadera compulsiva para salir a diario en las noticias y hablar sobre cualquier cosa. Pero su obsesión sigue siendo Venezuela, ignorando graves problemas nacionales. Su ministro clave para frenar la pandemia criminal es el de Defensa, que muestra desconocimiento en la materia a punta de embarrarla cada rato.

El eje del manejo politiquero en el país —y campañas electorales sin mesura— ha sido la corrupción. Los órganos de control no dan abasto tratando de destapar toda clase de artimañas. El descaro de buena parte de aspirantes no da tregua, al competir con los que están en ejercicio y llenar sus bolsillos a costa de déficits presupuestales. En medio de esta tragedia, la economía tambalea por falta de visiones previsivas anteriores, acrecentadas hoy con decisiones nacionalistas de países poderosos.

En medio de esta democracia tambaleante, en la capital se decantaron cuatro aspirantes a una Alcaldía codiciada: tres hombres y una mujer, todos diferentes. Uno, escudado por un ególatra que mostró su talante de administrador mediocre, pese a su buen desempeño como congresista. Otro, heredero mesurado del líder inmolado hace 30 años, pero sobrino de la representante legal de la “Escuela Galán”, contratista “afortunada” del Distrito, incluso en el pasado mes de agosto. Y un tercero, nieto de presidente, con apoyo pluripartidista, bien financiado y seguidor del actual alcalde.

La única mujer, bogotana de clase media, hecha a puro pulso en actividades públicas y académicas, y con un buen número de seguidores, aspira a administrar una ciudad compleja, cuyos mandatarios han ensayado casi todo sin definirlo en buena parte. En medio de un crecimiento sostenido de su población, Bogotá alberga habitantes provenientes de todos los rincones de un país con el territorio relativamente más complejo de la región.

Claudia López ha sido funcionaria local, investigadora y congresista destacada, actividades mezcladas con una formación académica que culminó en doctorado, además de publicaciones que muestran conocimientos profundos en materias sociales y problemas que conciernen a la administración pública. Sus críticos se apoyan en su personalidad frentera y con voz alta, que fastidia a quienes no les conviene la verdad abierta o les molesta la franqueza cruda. Sus seguidores valoran sus cualidades y su lucha contra la corrupción. Entre sus detractores predominan machistas abiertos y solapados.

En Claudia sobresalen su transparencia y honestidad a toda prueba, cualidades que, unidas a sus capacidades intelectuales, administrativas y políticas, garantizan una orientación adecuada para los innumerables problemas de una ciudad cuyos últimos mandatarios han exhibido sus falencias.

En la encuesta de Yanhaas Galán superó a Claudia —que iba de primera— y continuaron de últimos Uribe Turbay y Morris. ¿Será que Peñalosa vio a Galán de triunfador frente a su exsecretario de Gobierno y le dio un empujoncito al último contrato? ¿Será que Claudia repunta con otras encuestadoras o en las próximas semanas? ¿Se inclinará Petro a cederle votos de su protegido a Claudia?

* Miembro de La Paz Querida.

 

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