La Sub-17

Iván Mejía Álvarez
15 de noviembre de 2009 - 04:59 a. m.

Con la actuación de la selección colombiana en el Mundial Sub-17 de Nigeria se cumplió una de las premisas históricas del deporte colombiano: cuando el deportista nacional sale en medio de la incertidumbre, sin cámaras, libretas y micrófonos a su alrededor, cuando nadie les cree y se apuesta más por su fracaso que por su éxito, llegan los triunfos y las conquistas. Es y ha sido siempre así.

Los muchachos de Ramiro Viáfara no tenían una fichita a su favor antes del torneo. Aquejados por los problemas de las edades adulteradas, teniendo que cambiar a ocho jugadores veinte días antes del torneo, sin su máxima estrella, el chico Cardona, del Nacional, nadie daba un centavo por esta selección. Y si bien es cierto, tuvo un calendario relativamente cómodo y ganó algunos partidos con una suerte impresionante en los últimos minutos, sin mucho fútbol y con problemas estructurales, la única verdad es que el equipo terminó entre los cuatro mejores del mundo y eso es un éxito, que nadie lo dude. Ojalá todos los seleccionados colombianos terminaran siempre entre los cuatro primeros, entonces se iría a todos los mundiales.

Quedaron varias cosas claras: el cuerpo técnico, con Lara a la cabeza, tiene el mapa de los jugadores de esas categorías en la cabeza. No era fácil recomponer un equipo y, sin embargo, lo hicieron por una sencilla razón: conocen los jugadores y los siguen. También quedó claro que en ese equipo que estuvo en Nigeria hay varios muchachos valiosos que servirán para el Mundial de 2011 y que engrosarán el proceso de las selecciones colombianas, si los dejan.

Tras los fracasos absolutos en Paraguay y Venezuela con la Sub-20, de donde quedaron pocas cosas dignas de recordar, llega este equipo que si cumple con el ciclo terminará brindando gratísimos resultados. No olvidar que del equipo que llevó Lara a Finlandia están hoy en el fútbol internacional Guarín, Adrián Ramos, Cristian Zapata, Armero y la mayoría, el 90% del equipo terminó en el fútbol profesional. Lo triste y lamentable es que estos muchachos de Nigeria difícilmente tendrán una opción en el futuro en la serie A, pues la estúpida determinación de la dirigencia de la Dimayor de liquidar la presencia del Sub-18 en los equipos rentados, dándoles gusto a unos técnicos viejos, obsoletos e incapaces de llevar a cabo procesos, cercenarán sus posibilidades y sus puestos los ocuparán los Tigres, Totonos, Conejos y demás jugadores veteranos que son preferidos por los técnicos en lugar de los jóvenes.

Que se sigan yendo en silencio, que sigan saliendo en medio del anonimato, esa es garantía de éxito.

 

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