La teoría del caos de Trump

Beatriz Miranda
27 de marzo de 2019 - 02:00 a. m.

En el gobierno de Donald Trump es cada vez más clara la alianza incondicional establecida entre Estados Unidos e Israel.

Después de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y trasladar hasta allá la Embajada estadounidense, Trump anunció una nueva acción unilateral: apoyar a Israel para anexar el territorio sirio ocupado en los Altos del Golán.

Mientras Trump, vía Twitter, reiteraba la necesidad de reconocer la soberanía de Israel sobre los Altos de Golán, su secretario de Estado, Mike Pompeo, visitaba Jerusalén y el primer ministro de Israel será recibido en la Casa Blanca.

Todo esto ocurre a pocos días de las elecciones generales en Israel. ¿Será una estrategia para desviar la opinión pública de los indicios de corrupción que involucran al primer ministro?

No obstante, se especula que esta decisión responde a grupos de presión israelíes actuantes en EE. UU., con el objetivo de capitalizar apoyo para las próximas elecciones de 2020.

Los Altos del Golán fueron ocupados por Israel durante la Guerra de los Seis Días, en 1967. Este territorio tiene una ubicación estratégica, pues está localizado en la frontera entre Israel, Líbano, Jordania y Siria. Su extensión es de cerca de 1.800 km2, de los cuales 1.200 km están ocupados militarmente por Israel, cerca de 235 km están controlados por la ONU y el resto permanece bajo soberanía siria.

Durante su mandato, Trump ha desconocido varias resoluciones históricas de la ONU. Al reconocer a Jerusalén como capital de Israel violó dos resoluciones: la 181 de la Asamblea General de la ONU, del 29 de noviembre de 1947, la cual “estableció un Estado árabe y otro judío independientes y un Régimen Internacional Especial para la ciudad de Jerusalén” y la 303 de la Asamblea General, del 9 de diciembre de 1949, declara: “La ciudad de Jerusalén se establecerá como un ‘corpus separatum’ bajo un régimen internacional especial y será administrada por las Naciones Unidas”.

El nuevo anuncio del presidente de EE. UU., que respalda la ocupación israelita sobre los Altos del Golán, también contraría la Resolución 497, del 17 de diciembre de 1981, la cual afirma: “La decisión israelí de imponer sus leyes, su jurisdicción y su administración al territorio sirio ocupado en las Alturas del Golán es nula, sin valor y no tiene efecto alguno desde el punto de vista del derecho internacional”.

China, Rusia, Irán y Turquía criticaron el apoyo de Estados Unidos a Israel. Siria ha reiterado que las declaraciones del presidente Trump no tendrán ningún efecto legal sobre los Altos del Golán, pero “considera una medida hostil, sin precedentes e irresponsable que amenaza la estabilidad y la seguridad del Oriente Medio y del mundo”.

Trump ha irrespetado al Consejo de Seguridad, la Asamblea General de la ONU, el derecho internacional y la carta de la ONU y ha distorsionado los hechos históricos.

Qué lástima que a estas alturas, algunos gobernantes estén dispuestos a alinearse con el mandatario estadounidense en sus acciones de desinstitucionalización de los organismos multilaterales, las cuales pueden reforzar crisis desestabilizadoras continuas y sistemáticas en zonas sensibles del mundo. ¿Está aplicando la teoría del caos para poner en marcha sus diferentes formas de intervención?

*Profesora U. Externado de Colombia.

 

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