Macrolingotes

La urraca y la paloma

Óscar Alarcón
04 de diciembre de 2018 - 05:00 a. m.

La senadora Paloma Valencia mostró un video en la sesión de hace ocho días que ha puesto en aprietos a su colega y excandidato Gustavo Petro. Allí el vocero y líder de la izquierda aparece recibiendo una fuerte suma de dinero que aún no ha podido explicar su origen. Recuerda esta imprevista denuncia el famoso debate del bisabuelo de la parlamentaria, el maestro Guillermo Valencia, con el dirigente antioqueño Antonio José Restrepo, Ñito.

Ese duelo comenzó el 26 de agosto de 1925 con la discusión de un proyecto de reforma constitucional que restablecía la pena de muerte. Palabras iban y palabras venía entre los dos oradores. Se inició con una polémica histórica en donde el presidente Marroquín (sí, el mismo, el de la dictadura del poetariado) quedó sin prestigio y el maestro Valencia, quien defendía la propuesta, acudió a la agresión personal haciendo alusión al matrimonio en blanco de Ñito Restrepo (“la naturaleza ha sido sabia en negarle la descendencia”), a lo que respondió el ofendido: “Yo busqué mujer para formar un hogar honorable y digno. No soy como las urracas que ponen sus huevos en nidos ajenos”.

Las barras estaban divididas y aplaudían al uno y al otro. Al final el proyecto de pena de la muerte falleció, para bien del país. Pasadas unas semanas se promovió una reconciliación de los dos personajes. Valencia aceptó, pero Ñito se negó rotundamente: “Nada, nada, ese hombre me ofendió el espermatozoide”.

Hoy la bisnieta de Valencia enreda con su imprevista y sorpresiva denuncia a su colega Gustavo Petro, sin que le permitieran defenderse. Y extrañamente aún no lo ha hecho.

La diferencia entre los dos debates es que en el primero hubo urraca y en el de hoy, solo Paloma.

 

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