Sirirí

Las barbas en remojo

Mario Fernando Prado
11 de octubre de 2019 - 05:00 a. m.

Lo que está padeciendo Ecuador por estos días, protagonizado por un grupo indigenista en su mayoría, tendrá serias repercusiones en su país vecino, Colombia.

La protesta provocada por un alza bastante drástica en el precio de los combustibles ha desatado una serie de marchas y protestas que tienen en vilo al gobierno de Lenín Moreno, quien fuera el vicepresidente del que está echándole cebo al candil: el expresidente Rafael Correa.

Sucede que el grado de endeudamiento del país vecino ha llegado a extremos tales que es preciso retirar el subsidio a los combustibles, habida cuenta de la caótica situación financiera que fue disfrazada por el exmandatario con una falsa bonanza, que hoy tiene exasperados a los ecuatorianos.

A lo anterior hay que sumarle la gasolina que le está echando el dictador Maduro a través de su cómplice y sucesor, el agitador Cabello, quien ha instado a esa cuasiguerra civil a tumbar el gobierno actual y que de contera —cómo no— se importe a Colombia tal revuelta, en donde las cosas —según él— están peores.

De ahí que esas insurgencias callejeras tengan un indiscutible sello veneco, frente a lo cual nuestro país está en un sánduche: por el oriente, Venezuela con sus dos mil y pico de kilómetros de frontera sembrada de coca y guarida de guerrilleros y paracos; por el sur con un Ecuador hirviendo, listo a pasar la frontera con sus miles de desplazados que dejarán estos enfrentamientos, y ni hablar del occidente, con un Pacífico infestado de droga, malaria, miseria y centenares de narcotraficantes con sus carteles mexicanos peleándose el mercado.

Con estas perspectivas, un tanto pesimistas pero realistas, no dudemos que hay que poner las barbas en remojo, porque lo que se está fraguando en nuestra frontera sur no es para menos.

 

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