Lazos Familiares

Es una verdadera lástima la eliminación de la Sub 20. Al contrario de muchos yo sí creo que este equipo tiene buenos jugadores. Además como nunca habíamos llegado con una camada de experiencia en partidos profesionales. Seguramente faltaron otros jugadores que se descartaron por gustos de los técnicos.

Un delantero por fuera más, en vez de llevar tres altos chocadores. Otro tipo de lateral derecho y de pronto un volante ofensivo con más sacrificio. Nombres seguro que hay muchos, para la muestra dos, Felipe Pardo y Padilla. Ya tocamos varias veces el riesgo de tener dos cabezas en vez de una al mando.

Lara y Silva siempre han trabajado juntos pero esta vez no estaban claros. El técnico de las mayores debió mostrarse más ausente, lejos del banco. Siempre dio la impresión que el equipo lo armaba él y esto generó desconfianza tanto en el grupo como por fuera. Se equivocaron en el equipo que seleccionaron para ser el titular. Optaron por elegir a los grandotes y peleados con la pelota y dejaron toda la primera vuelta por fuera a los más chiquitos y habilidosos.

Siempre se ha dicho que la palabra clave aquí es equilibrio, combinar estatura o biotipo también es importante. Así como puede ser una desventaja un equipo de pequeñitos, lo es uno de gigantes sin fundamento. Inspiras más respeto antes de cada partido pero después el trámite te cobra. Si la Federación quiere seguir demostrando seriedad, deberá llamar a descargos a los dos entrenadores por igual, ya que el máximo seleccionador quiso con su presencia en gran parte del campeonato ponerse solito la soga al cuello. No se puede culpar solamente a los técnicos, ellos no juegan definitivamente, lo que pasa es que en juveniles su influencia es más evidente.

El torneo de la mayoría fue bastante discreto. Solamente se puede rescatar lo de Mejía y Pertuz. El resto muy irregulares en su rendimiento. De pronto rindió la primera vuelta Álex Díaz, después se dedicó a jugar al ritmo desesperante de sus compañeros desde que Venezuela nos ganó.

El campeonato tuvo un nivel bajo y ahí podíamos aprovechar para sacar ventaja como lo hizo al final Brasil. No había que demostrar mucho, solamente orden y convicción. Muy grave que la única manera para volver a un Mundial sea únicamente siendo la sede. Seguimos jugando mal en todas las categorías y lo peor es que tenemos el mismo técnico, que para muchos era la esperanza del cambio y hoy parece estar más confundido que todos sus dirigidos. Es que por estos días de crisis no es recomendable tener tantos hijos, profesor Lara. Es mejor cerrar la cerca y dedicarse a un solo objetivo, porque el que mucho abarca poco aprieta, dice el viejo adagio, y para terminar entre refranes, se puede quedar tristemente sin el pan y sin el queso.