¿Legítima defensa?

Antieditorial
18 de febrero de 2018 - 08:15 p. m.

Lo que se está ventilando en los medios con el caso del escolta Mario Muñoz no es un caso de legítima defensa, sino una apología a la justicia por mano propia, que es una anomalía social en donde los ciudadanos en lugar de legitimar y acudir a las autoridades que han sido instituidas con la finalidad de resolver los conflictos que se dan dentro de un conglomerado deciden resolverlo por sí mismos.

Uno de los principales problemas de este anómalo comportamiento es que no tiene proporcionalidad. No hay una razonabilidad entre el daño y la respuesta. Surge como respuesta a un daño posible, que desconoce el nivel institucional y la capacidad del Estado para resolver el conflicto.

Habitualmente la práctica de justicia por mano propia está vinculada a una reacción de indignación por parte de una sociedad. Si bien puede contar con un primer sujeto que activamente propicia el acto de “justicia”, es una anomalía que normalmente responde a la indignación, que se detona cuando una sociedad ha estado expuesta a la violencia, y que de alguna manera sobrepasa su capacidad de tolerancia y en donde se percibe que la Policía, la Fiscalía y los jueces no cumplen sus funciones mínimas.

La percepción de los bogotanos es de inseguridad descontrolada, y al ver que no hay acompañamiento de las autoridades, los ciudadanos optan por defenderse, ya que piensan que los delincuentes al ser capturados son puestos en libertad por los jueces y estarán nuevamente en las calles delinquiendo.

Pero, más allá de las reacciones en los medios, las redes y en los comunicados de algunos políticos, ante casos como el del escolta Mario Muñoz, el debate se debe centrar en cuáles son las consecuencias que puede traer tomar justicia por cuenta propia.

Cuando los ciudadanos pretenden resolver un problema que los involucra de forma individual, se podría hablar de la legítima defensa, pero cuando se trata de un tercero, en lugar de hacer justicia se comete un delito. Por rechazar la criminalidad se termina cayendo en el crimen y habrá que atenerse a la ley.

No está bien tomarse la justicia por cuenta propia. Eso no lo podemos permitir, porque termina poniéndose al nivel de los delincuentes, terminan siendo peor que ellos porque no están respetando unas normas y unos principios que nos rigen. Colombia es un Estado social de derecho y aquí hasta el peor de los bandidos tiene derechos y hay que respetarlos, seguir el conducto regular. No está bien tomarse por cuenta propia la justicia, así esté tan desacreditado el sistema judicial en nuestro país.

La comunidad quiere tomar la justicia por su cuenta y es un comportamiento que no está bien, porque independientemente de que esta persona intentara cometer un hurto, ante todo se le debe respetar el derecho a la vida.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar