¿Liberal?

Felipe Zuleta Lleras
16 de julio de 2017 - 02:00 a. m.

Se veía venir desde hace muchos meses. Todo lo que ha hecho como senadora estaba premeditadamente calculado. Sus posiciones ideológicas cristianas, conservadoras y arcaicas frente a las minorías no eran para nada distinto que para lanzarse como candidata a la Presidencia de la República. Me refiero, claro está, a la congresista Viviane Morales de Lucio.

Los liberales de espíritu nunca hemos entendido por qué Morales llegó al Senado por este partido. Sin duda porque traía sus votos de las iglesias cristianas y se descartaba que llegaría al Congreso.

Eso, por supuesto, es una vergüenza para un partido que otrora batallaba por los derechos de las minorías, de los pobres y los desvalidos. El partido del viejo López Pumarejo y Echandía acabó representado por una señora de la más rancia corriente cristiano-conservadora.

Qué vergüenza para el Partido Liberal y que asco que sus dirigentes hayan decidido tenerla entre sus filas.

Peor aún, que todavía le permitan lanzarse a la Presidencia por el Partido Liberal. Ella se presentará a una eventual consulta para escoger al candidato. Reprochable que liberales de verdad, como Horacio Serpa, permitan este esperpento. El todo vale con tal de sacar votos.

Una mujer que ha legislado en contra de las minorías de la comunidad LGTBI de manera descarada y mal intencionada. Que pretendió mediante un referendo prohibir que las parejas del mismo sexo y los solteros adoptaran. Que pretende volver leyes de la República los salmos de la Biblia e imponerle a un país laico sus creencias cristianas. Tiene la senadora un dios diferente al que yo conozco. Un Dios misericordioso, de justicia, de sabiduría, de amor que nos considera a todos sus hijos amados.

Pero ese Dios, apropiado por ella para discriminar a sus pares, es el que parece ser el que “guía” las creencias políticas de la senadora.

Qué vergüenza de Partido Liberal. Y después se rasgan las vestiduras porque los liberales votan por los candidatos de otros partidos o movimientos. Por eso hace años no pone presidente de la República, pues ha prostituido sus filas en aras de obtener más curules y, por ende, más mermelada.

Me da asco el Partido Liberal, al cual pertenecí. Me avergüenza haber pertenecido a un partido que tiene entre sus listas a la senadora Morales. Mal hace el Partido Liberal en avalarle la posibilidad de ser precandidata a la Presidencia cuando en sus palabras de lanzamiento convoca a los cristianos y católicos a que la apoyen. Eso no sería malo, como no lo tiene el hecho de tener creencias religiosas. Lo perverso es que sean los directivos del partido los que permitan el despropósito de tener como candidata a una cristiana conservadora.

Viviane Morales no representa el ideario del Partido Liberal y ya no la pueden excluir de sus filas. Le han permitido todos sus desmanes durante estos tres años y se les enquistó sin que hoy puedan o quieran hacer algo al respecto. Aténganse pues a las consecuencias señores directivos del Partido Liberal.

 

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