Lo que vi

Vi a la selección perdiendo opciones claras de gol, porque Falcao está siempre en el lugar equivocado. La primera vez se pasó de la línea de la pelota y en la segunda llegó un segundo tarde al pase gol.

Wason dispuso de una oportunidad y le pegó mal al balón. Ni Rodallega ni Darwin pudieron hacer mayor cosa, mientras nuevamente la defensa y el medio campo se comportaron correcta y aplicadamente al plan de juego. Un gol, casi siempre, se da por dos circunstancias simultáneas. Por un error en marca, como lo admitió Zapata, y por un acierto del más duro y menos jugador de los argentinos como es El Cata Díaz, pero el problema no es equivocarse en defensa sino desaprovechar adelante las ocasiones de gol.

El problema radica ahí y los números no mienten si miramos la tabla en la que la selección es la peor en consecución de goles, apenas seis en 14 juegos, lo demás es carreta.

Como ya está bueno de llorar, la meta inmediata es pelear por el quinto lugar o sea el repechaje. Para ello hay que ganar y jugar, como viene ocurriendo en las últimas eliminatorias, con resultados ajenos y entonces vencer a Perú es lo inmediato. Esta selección que marcha última, sin jugadores de jerarquía, sólo tiene un personaje para ser vigilado, el lateral izquierdo Juan Vargas, quien cobra bien los tiros libres. De allí que creo en el papel por jugar de Camilo Zúñiga, quien puede enredar, embolatar y quizá dar campo a los goleadores, porque tanto Falcao como Wason, Rodallega y Darwin, lo son en sus equipos del exterior, aunque anémicos para la selección. El camino es culebrero y ojalá podamos desterrar aquello de jugar bien, con orden y perder al final.

Vi cómo Brasil pasó literalmente por encima de Uruguay, casi sin despeinarse y aprovechando la ausencia de Diego Lugano. Los brasileños, como tradicionalmente ocurre, están cerca del Mundial, porque sus jugadores tienen inventiva y saben sacar pecho a la hora de las verdades. Los argentinos de la delantera, como pasó con Forlán, quedaron en deuda, y de paso todos los técnicos siempre caen en la trampa de arrimar más delanteros cuando están perdidos los papeles.

Vi a los chilenos superar su pobre etapa de preparación en Japón, donde resultaron goleados, pero sorprendieron a los paraguayos, que vienen estacionados en su puntaje. Vi a los ecuatorianos fortalecidos para su juego con Argentina y, por encima de todo, a muchos jugadores de nombre, incluidos los nuestros, dejando imagen pobre y poca contribución a los intereses de sus selecciones. Finalmente, recurriendo a aquello de que “no hay quinto malo”, la siguiente meta es pelear por ese lugar.