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Lo que vi

Hernán Peláez Restrepo
21 de octubre de 2008 - 02:01 a. m.

Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. La antigua reflexión de Jesucristo cuando los fariseos pretendieron enredarlo con una pregunta: si debían pagar tributo al imperio romano. Y la traigo, porque a Bolillo Gómez lo que es de Bolillo Gómez.

El sábado, en compañía de Jorge Eliécer Campuzano, Germán Blanco, Ricardo Orrego y el juez Buitrago estuvimos con Hernán Darío en una campaña de la Liga Colombiana contra el Cáncer. Allí pude comprobar su carisma en todos los segmentos de la edad. Jóvenes pidiendo autógrafos, fotos con la presentadoras de televisión y un derroche de simpatía, justificando su carisma personal.

Ese mismo día y en la noche, advertí su cara de sufrimiento en la caída del Santa Fe ante La Equidad. Diseñó al Santa Fe como un equipo bien armado en la línea defensiva, así cometan errores de marca por distracción, como ocurrió en el gol de Polo. Organizó una zona eficaz en recuperación, con Flota y Patiño, de similares características, y confió en la suerte para el arco contrario de Valoyes y de Néculman. Dijo Bolillo, conversando con el equipo femenino que lucía uniforme blanco y como única recomendación, pasen el balón a las de blanco.

No se la den a las de rosado. Parecía un chiste, aunque es la gran verdad en el fútbol del momento. La precisión en los pases continúa siendo la gran falla, no solamente del Santa Fe, sino de la mayoría de los equipos nuestros. Alguna vez, la selección de Colombia, aquella del mismo Bolillo y Maturana, partía de un principio único, mientras uno tenga la pelota, la administre con pases a los lados o para adelante, ira desarmando al contrario. En eso fue maestro Valderrama, quien sabía hacer la pausa y entregar la pelota.

Gómez tiene la idea clara de estructurar sus equipos de atrás hacia adelante y, por ahora, va del arco hasta la mitad. El caos comienza cuando hay que trabajar para adelante o en caso tal, obligar a sus generosos volantes de marca que alguno sepa pasar al ataque. Mientras ello no ocurra, el Santa Fe continuará luciendo como grupo sólido en defensa, pero limitado en sus aspiraciones ofensivas.

Pasando a otro campo, vi a Néstor Salazar, el veterano delantero del Boyacá Chico, bajando unos metros para desorganizar a Millonarios, que nunca acertó en su marcación. Vi a Sergio Herrera logrando un golazo, al estilo del sueco Ibrahimovic en Internazionale. Vi cómo todos a una, aceptamos la permanencia de Eduardo Lara como orientador de la selección, con una sólida condición, manejo, como a los jugadores les gusta.

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