Los alumnos

Hernán Peláez Restrepo
22 de julio de 2019 - 11:00 a. m.

Apelando a su permanencia durante años entre nosotros y recordando el trabajo con Pékerman en la selección de Colombia, Pablo Garabello y Patricio Camps derivaron como directores técnicos en equipos de la Liga: Cúcuta y Santa Fe, respectivamente. Conocieron el fútbol nuestro de entre casa y se cree que adquirieron una especie de patente para trabajar.

Verlos enfrentados ya en el torneo con sus equipos era para establecer posibilidades en el juego de sus formaciones. Cúcuta ganó ajustadamente, aunque se arrimó un par de veces más al arco de Castellanos. Este es el problema mayor en la mayoría de los equipos. Se cuentan con los dedos de las manos las opciones de gol por partido.

Resultó un juego de esos en los que correr es la prioridad, después marcar y, por último, pensar. Esto queda para los instantes de suspensión del juego, por diversas razones, lesiones, generalmente.

Cúcuta, al menos en su victoria por uno a cero, exhibió una línea vertebral más ordenada. En su zaga la presencia de Javier López, con sus limitaciones técnicas, más la veteranía de Achucarro, y sus laterales, mucho mas jóvenes, unidos al trabajo de Chica, Hernández y Matías Pérez apoyando a Jonatan Agudelo, ofrecen un panorama de grupo más consolidado y aplicado a un plan de juego, no vistoso, pero más respetable.

Santa Fe, mientras no solucione y ordene sus cuadros, no de juego sino de dirigencia, pasará malas jornadas. Salió el señor Carreño de la presidencia, entró a la junta Eduardo Méndez, quien ya pagó sus deudas judiciales en Estados Unidos y reclamó sus acciones o derechos, aunque en situación parecida a Hernando Ángel, quien maneja dos equipos en la primera B: Quindío y Boca Juniors. No estoy seguro de si Méndez continúa como arrendatario del Unión Magdalena y vuelve al Santa Fe. En todas estas duplicidades de manejo debiera oírse la voz de la Dimayor y/o la Federación, porque esta postura dirigencial no parece sana para el fútbol mismo.

Pero bueno, mientras se acomodan las cargas, Santa Fe se propone remodelar el equipo. Cantidad de jóvenes: Porras, Caicedo, Velásquez, Pedrosa, Gil, etc., reciben oportunidad y se unen a Sambueza, Torijano, Castellanos, quizá Anselmo, Perea, con la sana intención de crear un estilo de juego. Por ahora alejándose de la costumbre muy uruguaya de ser fuertes en defensa. Ahí los cardenales comienzan a recorrer un largo camino para ser protagonistas.

En la primera confrontación entre los alumnos de Pékerman, el ganador fue Pablo Garabello, pues su Cúcuta está mejor moldeado ya que conserva las ideas de juego desde 2018. En cambio, Santa Fe requiere con urgencia y a las carreras de un organizador de juego más entendido del asunto. Ese creo que es el mensaje preciso para Patricio Camps.

 

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