Los Nicolases, los “e-gamers”

Antonio Casale
15 de octubre de 2018 - 11:00 a. m.

Una vez a la semana Nicolás Samper llega con cara de trasnocho a la radio y no es propiamente porque su hija María José le quite el sueño. Es por cuenta del fútbol virtual. Los martes se reúne con su amigo Adolfo Zableh a jugar FIFA, el videojuego que simula al deporte rey. Toda una paradoja viniendo de alguien que detesta la intromisión de la tecnología en el mundo del balón. Samper detesta el VAR, por ejemplo. Nunca le paré bolas porque realmente me parecía una estupidez. Pero el gran Nicolás se ufana de sus gestas virtuales como por ejemplo, ganar la Premier jugando con el Leeds, un equipo de poca monta. Sandeces, pensaba yo.

Nicolás, pero Rojas, es el e-gamer profesional de Millonarios. Es decir, entre miles de jugadores de fútbol virtual, se ganó el derecho a ser el encargado de representar al equipo azul. Como él ya hay varios que representan a sus clubes y el sábado disputaron la copa virtual colombiana en el marco del Salón del Ocio y la Fantasía (SOFA), ante centenares de hinchas que vibraban con las jugadas como si se tratara de un partido de la vida real. Muchos estaban en el lugar de los hechos, otros seguían la transmisión vía streaming, es decir, por internet. A mí me invitaron a narrar los partidos de Millonarios y como en la vida real la temporada ha sido un desastre, pensé que en lo virtual podría encontrar algún consuelo.

Al final Millonarios le ganó en semifinales a Once Caldas y venció en un reñido partido en la final a Santa Fe por uno a cero con anotación de Ayron Del Valle. Nicolás logró lo que Russo no. Puso a jugar a Elicer Quiñones como nunca lo hemos visto en la cancha. Ciertamente el que maneja el control tiene incidencia en la manera como va a jugar su equipo. No solamente escogen la formación y hacen los cambios, sino que también eligen la estrategia ofensiva, la táctica defensiva y le pueden dar órdenes a cada jugador. La habilidad en el manejo del control es lo que marca las diferencias. El simulador diagrama las siluetas de los jugadores con rasgos físicos casi idénticos a los de la realidad.

Los partidos de la liga colombiana son entretenidos, porque todo está programado para que no se pierda tiempo innecesariamente ni se engañe al árbitro, los estadios siempre están llenos y el sonido ambiente es propicio. En fin, es el fútbol soñado.

Lo más interesante de esto es que la de e-gamer se está convirtiendo en una profesión. En Asia y en Europa son muchas las personas que logran vivir de ser futbolista virtual. Devengan un sueldo, consiguen patrocinios, compiten internacionalmente y son todas unas celebridades dentro de su comunidad. En Colombia ya son varios.

Seguro Nicolás Samper sueña con haber sido como Nicolás Rojas de la misma forma en que yo hubiera querido ser tenista. Ya no lo logró y algo me dice que es mejor profesional de la radio de lo que hubiera sido como e-gamer. No sé si ese es un deporte, pero requiere la misma agilidad, disciplina y dedicación. Me sorprendió.

 

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